lunes, 4 de febrero de 2019

fundacion - comedor comunitario


“No hay que confundir caridad con solidaridad. El acto de dar es encomiable, pero más importante es crear condiciones para que la gente que ha sido puesta en desventaja tenga capacidad para valerse por sí misma, y éste es nuestro principal objetivo como organización, preocupada por los niños que hoy se encuentran excluidos en nuestro país. Para lograr nuestro objetivo, necesitamos de la colaboración de todos aquellos que, teniendo sensibilidad social, no encuentran un espacio donde canalizarla, ya sea brindando lo que tienen, aportando tiempo o bien apoyando la labor que realizamos diariamente. Nuestro único objetivo es poder lograr que un pequeño grupo de chicos tenga garantizada la comida y pueda atesorar conocimientos con la tarea que realicen los profesionales y colaboradores que se destinan diariamente a su cuidado y contención. A tal fin, nuestra Fundación brinda desayuno, almuerzo, apoyo escolar, clases de inglés, computación, educación física, asistencia psicológica, médica y odontológica, a niños cuyas edades van desde los meses de vida hasta los 18 años, procurando controlar su salud física y psíquica, y brindándoles contención mediante la resolución de los conflictos que cada uno tenga en el medio donde se desarrollan. Para ello contamos con un grupo de profesionales especializados en la atención de menores y con un gran número de colaboradores que tienen como único fin el ayudar a brindarles mejores condiciones de vida a los menores que concurren a nuestra Institución”. Así se presenta en su Blog “De la Calle a la Vida”
Ana Clara Lamontanara “Clarita”, es la coordinadora del comedor comunitario “De la calle a la vida” que fue fundado hace 18 años por un grupo de jóvenes, empleados del banco Credicoop. Viendo las necesidades por las que atravesaba la gente del barrio decidieron armas la fundación, uno de ellos facilito la casita de un familiar luego con un préstamo se fue ampliando pero ya desde hace un tiempo no se hacen más reparaciones por una cuestión de recursos, lo poco que se puede recaudar se destina a la cocina, la estructura es muy linda y acogedora, lo que pasa es que se hace muy difícil mantenerla
¿A quién se le ocurrió el nombre?
 A los fundadores, porque si se puede rescatar a uno solo de estos chicos, de la calle y traerlo acá, es que logramos nuestro objetivo sacarlos de la calle que nunca es buena compañía. A algunos los tratamos  de insertar en el mercado laboral,  por eso le insistimos mucho con que terminen el colegio, a los más grades que terminen el secundario y a los más chicos les pedimos el boletín, con eso nos aseguramos  que vayan al colegio
Cuanto hace que estas en esta función
Hace solo tres años, antes trabajaba en una empresa privada en el área administrativa me acerque a colaborar y por mi experiencia me pusieron en este lugar, pero en realidad aquí no hay jefes sino colaboradores todos estamos para cumplir la misma labor que es la solidaridad .yo soy solo la cara visible porque me ocupo de pedir las donaciones por mail o  por teléfono y a veces las voy a buscar, soy la que lleva la parte legal y administrativa.
Que te llevó a realizar esta tarea
Darme cuenta de la necesidad de la gente. Trabajamos con personas con necesidades extremas, pero con mucha generosidad, es una tarea muy gratificante, es lindo ver como se ayudan entre ellos, en su mayoría vienen con muchas historias atrás,  me pregunto, a una mama con 5 nenes, separada, ¿quién le da un trabajo? Sobre todo si además, vive en un barrio carenciado, la respuesta es nadie. Nadie le da una oportunidad y entonces no les queda otra que pedir o juntar cartones, seguramente es una historia heredada de sus padres o abuelos, de generación en generación.
¿Quienes colaboran ayudándote?
Liliana Di  Lucio, que es quien coordina la cocina, los muchachos fundadores, que ya son mayores, vienen todos los sábados y las mamas que se acercan diariamente y ayudan un montón, cocinando y limpiando, vinieron por un plato de comida y se quedaron a ayudar todos los días .
¿De dónde vienen los chicos y que promedio de edades tienen?
Casi todos de la Villa El Mercado, de Los rusos, de barrio Derqui, también hay abuelos que no tienen jubilación y no les queda otra que venir aquí porque no tienen ni para los remedios.
 No son solo chicos, vienen familias también. Las edades son variadas, desde que empiezan a comer hasta  personas mayores de 80 años. Vienen chicos de 12 o 13años con sus hermanitos en brazos, porque algunos  padres tienen vergüenza y ellos se llevan una parte a sus casas para sus papás...Hay anotadas 70 personas pero 60 vienen todos los días. Los que por algún motivo se retrasan, me llaman para ver si hay comida todavía
¿Cómo se sostienen, tienen algún subsidio?
No tenemos ningún subsidio, esto está registrado como merendero, no como comedor comunitario. Justamente hoy estamos esperando la visita de algunos funcionarios municipales  para ver que se puede hacer.
Nos sostenemos a través de donaciones, también tenemos una cuenta bancaria donde quien quiera puede colaborar. Alquilamos el salón para diferentes eventos. El año pasado tuvimos muchas fiestas, eso generaba trabajo para las mamas y  algo quedaba para la fundación. Algunas señoras son las cocineras, otras, mozas y el hijo de una de ellas, es el disk jockey. Con lo que se cobra por el alquiler del salón hay trabajo para las mamas e ingreso para la fundación. La seguidilla de fiestas del año pasado, hizo que algunas mamás se entusiasmaran y armaran un emprendimiento “las mamis de la funda” les prestamos las instalaciones y ellas hacen pre pizzas, las venden y con eso se ayudan un poco. Hoy recibimos una gran cantidad  de porciones  de guiso de arroz, sé les cayó un pedido y nosotros felices al poder darle de comer a todos.
¿Cómo llegan las donaciones?
Antes eran espontaneas, ahora hay que pedirlas, por eso hicimos un poquito de campaña solicitando alimentos no perecederos, de las grandes empresas, estas lo donan al “banco de alimentos” y se lo venden a los comedores por peso, si bien lo venden a bajo precio, a veces no tenemos dinero para comprarlos. Cuando no hay donaciones y tenemos algo de dinero en la cuenta no nos queda otra que recurrir “al banco de alimentos” porque los costos son mucho más baratos que en un supermercado, aunque se encarecen por el alquiler del flete  al no contar con nadie que tenga vehículo. Las donaciones son de gente conocida o comercios y empresas de la zona, pero siempre pidiendo. Un club de Villa Raffo, El San Martin nos dona carne todos los meses, eso lo tenemos fijo, unos jóvenes de un club de boxeo también nos ayudan juntando  y trayendo todo lo que tienen, Ahora se incorporó una señora que cada tanto nos trae 5k de pollo, quizás no hay para todos pero suma.
¿Cuáles son las necesidades que tienen?
Además de alimentos no perecederos, ropa para todas las edades ya que tenemos un perchero solidario y cuando hay algo de ropa lo sacamos afuera para que quien lo necesite, se pueda llevar algo.  Quisiéramos tener más cursos con salida laboral, como taller de costura, cuidado de niños o personas mayores. Necesitamos que todo aquel que quiera colaborar se acerque, será bienvenido. Otra manera de ayudarnos es a través de una cuenta bancaria, la gente deposita lo que puede, hay empresas que nos ayudan  de esa manera, y con eso pagamos los servicios porque no tenemos ningún subsidio del estado, tampoco tarifa social (para las ONG y para los  clubes no hay tarifa social
¿Tienen alguna actividad, o es solo comedor?
Tenemos algunas. Los sábados  hay boxeo, los profes no solo les enseñan ese deporte, les hacen hacer gimnasia y les enseñan disciplina, llegar a horario, saludar al entrar y al salir. Vienen muchos chicos porque encuentran un lugar de contención que tal vez no tengan en su casa, además que la clase, es el afecto que le dan, un lugar de pertenencia. También tienen clases de inglés y apoyo escolar, los viernes, hay computación para adultos, los profesores son del Capacyt  y otorgan títulos oficiales, lamentablemente no tenemos más cursos porque tienen que ser gratuitos y no son muchos los que quieren hacerlo Tenemos un aula exclusiva para las clases y todas las maquinas fueron donadas. Los chicos no solo vienen a comer, si hubiera más cursos ellos los harían. Son muy agradecidos. Aquí reciben no solo comida sino también una buena educación. Que importante sería que la gente pudiera comer en familia y sobre todo en su propia casa
Fundación “De la calle a la vida” Dirección Cavassa 4289 esq. Catriló. Caseros
TEL: 4734-4704 / CEL: 15-6254-4013










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