martes, 24 de mayo de 2016

entrevista - lucas benitez

Lo conocimos en las primeras fiestas que organizaba el Centro Cultural José María Bosch. Era un adolescente que revoloteaba alrededor de los organizadores queriendo subir al escenario. Nunca claudicaba en sus pedidos y a veces su insistencia resultaba incomoda, porque nadie lo había visto bailar y no le creían. Una de esas tantas noches, fue invitado a subir al escenario y resulto increíble,  no solo para él, sino también para quienes sorprendidos pudieron disfrutar de su actuación. Lucas Benítez tiene 26 años y después de patinar en el Club Huracán, quedo clasificado para los Torneos Nacionales de Patín que se llevaran a cabo este mes en San Luís.
¿Cuando fue que empezaste a patinar?
Arranque hace unos años en el Club Victoria, pero no era constante, empezaba y dejaba, porque veía que no me tomaban en cuenta, no le daban importancia a lo que yo hacia. Como yo quería patinar, mi mama me acompaño a la Sociedad de Fomento Estrada donde daba clases Noemí Cavaco.  Noemí me aceptó con muy buen onda y me tuvo una gran paciencia, me enseño las reglas del juego y logré este último año avanzar tres categorías. Con Noemí y su hijo Nano, participe en la obra El Fantasma de la Opera que dirigieron ellos.
¿Es decir que te vieron condiciones?
Si, eso es verdad, pero además yo soy testarudo, lo que me propongo lo tengo que lograr, nunca abandono. Con ellos, Noemí y Nano, se creó una amistad, me invitar a ir de vacaciones, me invitan a comer. Un año me fui con ellos a Chapadmalal y me puse a bailar con los patines, fue increíble, la gente se empezó a juntar y cuando termine pasé la gorra, no podía creer el montón de plata que junte. Otro año lo acompañé a Nano a un torneo en Mar del Plata y allí me regalaron unas botas para patinar, eso me ayudo bastante. Siempre me las rebusco, vendo rifas y también bailo en los vagones de los trenes, en el Urquiza y en el Mitre los fines de semana, eso me sirve a mi y a mi economía, me ayuda a comprar repuestos para los patines que son muy caros. 
¿Como haces para bailar en trenes y colectivos?
Pido permiso a la gente, en el tren y en el colectivo 328 también, hago la misma coreografía que en patín pero sin patines con música de los espectáculos de Broadway, siempre con buena onda, “dar positividad para recibir positividad” yo creo que la vida es así
¿Como fue que clasificaste para el Nacional?
Fuimos con Nano a probarnos a una liga en club Huracán de Parque Patricios, yo era el último, fui a la pista muy tranquilo. En el doble caí limpiamente en un pie, los brazos como corresponde, los tiempos, casi todo bien. Los jueces no son de sorprenderse pero le dijeron a la organizadora ¡“este pibe tiene que ganar”! yo sé que quizás por mi aspecto puedo ligar algún puntito mas, me paso en un amistoso, en Atlanta y salí segundo. En definitiva en huracán creí que me estaban regalando un puntito más, pero no, fue por lo que había hecho. El puntaje más alto es un cinco y a mí me pusieron cuatro y medio.
¿Como nace esta vena artística que tenes?
Desde chico me gustaron el canto y el baile, pero algunos por mi problema en la cara me decían, ¿como vas a cantar o bailar? en cambio mis viejos siempre me incentivaron, me compraban de todo, desde parlantes portátiles, micrófonos, equipos de música, lo que deseaba.
¿Tuvieron que hacerte alguna cirugía en la cara?
Me operaron dos veces. En el Hospital Fiorito, me hicieron una cirugía estética para levantarme el labio, debía hacerme un implante de piel pero cerró ese servicio del hospital y no pudieron atenderme más. Hace 5 años trabajando en el Alto Palermo, gente de un local de estética al verme, me invitaron a ir a una clínica de capital para que atienda un médico. La clínica se llama B &S está en la calle French. Me vio el Dr.  Blugerman y sin mucho preámbulo en una semana me operaron, me cocieron con unos hilos rusos que son de bronce y lo más increíble, no me cobraron ni un peso, yo estaba internado en una habitación de lujo, en una clínica en donde se atienden muchos personajes del ambiente artístico, no lo podía creer.
-Contame que hacías en el Alto Palermo-
Cantaba y bailaba, pero no pedía nada, me volvía a casa con un montón de productos que promocionaban, algunos me daban plata o alguna prenda de vestir pero yo no iba por la plata o lo que pudiese llevar, era más que nada por el aprecio de la gente, la calidez que tenían conmigo.
¿Y como ganabas tu plata?
En un momento hice delivery de helados para Los Amores, pero un día me quisieron robar la moto, otra vez me caí de la moto, para evitar un robo y me dije ¡esto no es para mi!
¿Siempre viviste en Bosch?
Si, desde que mis papás me adoptaron, si, así como me ven, me adoptaron, con la malformación que tengo y desde Casa Cuna me trajeron a Bosch. Mi papa se lo pasaba trabajando lo veía en la cena, los feriados o los fines de semana. Fue mi mamá la que me llevó a todos lados para tratarme esta malformación, fuimos al Garrahan, al Thompson, a un montón de hospitales. Lo que tengo es un angioma no invasivo y soy hemofílico, por eso tengo que tener cuidado con las heridas  porque puedo tener un problema grave. Una parte del angioma esta cerca de mi ojo izquierdo pero no me afecta, veo perfectamente. En el hospital Gutiérrez me trataron la parte interna. El destino me puso en manos del Dr. Robles que me atendía la parte dermatológica con láser, porque cierra los vasos sanguíneos y aclara las manchas (se usa en los tatuajes) era muy doloroso, pero recuerdo que me premiaba con regalos que traía de sus viajes y me decía “si haces cinco sesiones te regalo tal cosa” “si haces otras más, tal otra”, un médico increíble
¿Cómo fue la etapa escolar?
De chico era muy liero por eso pasé por varias escuelas. Empecé en el Jardín Arco Iris, luego el Dientito Flojo, la primaria la empecé en El Salvador y del segundo grado al sexto curse en el ICEA y toda la secundaria la hice en el Instituto Biedma. Los chicos cuando recién te conocen se contienen, pero después te cargan en todos lados,  en la escuela, en el barrio, en el club, éramos chicos y los chicos muchas veces son crueles con el que tiene algo distinto, con el que es diferente, pero a veces la crueldad de los otros te hace fuerte. Tal vez otro se deprimiría, yo no, lo tomo como de quien viene. De hecho tengo muchos amigos, me sigo viendo con la gente del Biedma, donde tenía un grupo hermoso, a pesar de mi forma de ser porque me reconozco como un tipo pesado, cargoso y molesto.
¿Que otro cosa hiciste cuando terminaste el secundario?
Hice cursos de cocina, de diseño grafico, de administración de empresa. Soy una caja de Pandora, la gente se sorprende  ¡ah mira este tontito! el tontito a veces, te sorprende a vos
Volvamos al torneo ¿Cómo llegó esta posibilidad?
Un día me llama Nano para contarme que la presidenta de la Federación de Patín, Tamara, llamó para avisarle que yo había quedado seleccionado para los Torneos Nacionales de San Luis. Al principio me puso feliz, pero después me frustre, hay que depositar 17.000 pesos que aunque es en tres cuotas, es un dinero con el que no cuento, sobre todo porque la competencia es este mes, casi no hay tiempo.
¿Pero entonces, ya no hay posibilidades?
El no ya lo tengo, la lista esta cerrada, pero si consigo ayuda puedo ir a la federación y pedir que la abran, si hay voluntad,  todo se puede hacer y sino
lo preparamos para el año próximo, me da más tiempo para juntar el dinero. Cantando y bailando seguro que lo voy a juntar  y además tengo otra alternativa, conseguir ayuda del municipio, el lugar lo tengo casi asegurado por ser varón, hay muy pocos varones en patín y acá en el Estrada soy el único.
Si no se da este año, entrenare duro para el año próximo e intentare representar al Victoria y al Estrada en la categoría B nacional.  ”Patinando hacia la gloria” sentencia Lucas y agrega “Hoy, todavía el sueño de viajar es posible, no voy a dejar que el miedo a fracasar me impida triunfar “









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