viernes, 8 de septiembre de 2017

editorial

En 1959, Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño que incluía 10 principios. Pero esto, no era suficiente para proteger los derechos de la infancia porque legalmente, esta Declaración no tenía carácter obligatorio. Después de mucho tiempo y muchas negociaciones con gobiernos de todo el mundo, el 20 de noviembre de 1989 se pudo aprobar el texto de la Convención sobre los Derechos del Niño, cuyo cumplimiento sería obligatorio para todos los países que la ratificasen. Esta Convención se convirtió en ley en 1990, y en sus artículos hace referencia a las responsabilidades que tienen los adultos para que los chicos sean felices. La Convención de los Derechos del Niño fue incorporada en la Constitución de La Nación Argentina a partir de la reforma de 1994. Casi todos los países han establecido un día para celebrar a los niños y reconocerlos como futuro de la Sociedad, sin embargo cuando vemos a tantos pequeños pidiendo, durmiendo, drogándose en las calles, cuando vemos que son maltratados, que no tienen posibilidades de educación, ni siquiera de una buena alimentación, nos preguntamos ¿de qué futuro hablamos?. Una Sociedad que permite que miles de niños vivan una infancia con carencias tan fundamentales, no puede tener futuro.  La Convención de los Derechos del Niño hace hincapié en la responsabilidad que tienen los estados en hacer efectivos esos derechos, es decir asegurarles, la salud, la educación y la seguridad, esa es la única manera en que los niños puedan desarrollarse y realizarse como personas. ¡Despertemos!


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