a todo color-lorena gonzáles

Lorena es una dulce joven especial que nació en el barrio hace 37 años. Cuatro años atrás comenzó a pintar y se despertó en ella una enorme afición por el dibujo. Hablamos con su mamá Ana quien nos cuenta como fue la preparación de Lorena quien siempre se destacó por integrarse con mucha facilidad con quienes la rodean. Hasta los tres años fue atendida por una estimuladora temprana y luego por consejo de esta profesional, concurrió a un jardín de infantes común “El mundo de los niños” sobre la calle Cochabamba que ya no existe. A los 6 años Inició la escuela primaria, lo que según su mamá, fue un error porque ella había aprendido los colores, los números y las letras y allí solo veían dos colores por año, es que en ese momento el nivel de la escuela especial pública era muy bajo, el miedo a que perdiera todo lo aprendido hizo que dejara de concurrir. Su mamá entendió que Lorena debía ocuparse en otras actividades por eso la acompañaba a diferentes clubes para que practique disciplinas deportivas y artísticas, en la Sociedad de Fomento Estrada estudió danzas y patín artístico, siempre con la condición de ser tratada como cualquier otro chico, al principio sus compañeros la miraban raro pero al poco tiempo era tratada como una igual y ese contacto con otros niños comunes le enseño mucho. Al tiempo volvió a concurrir a una escuela primaria especial en Villa Urquiza en donde estuvo hasta los 15 años a partir de ahí, comenzó a trabajar en el taller protegido municipal lo que le exige levantarse diariamente y desde hace 21años a las 5,15 de la mañana porque a las seis como cualquier trabajador debe tomar el colectivo en donde viaja sola hasta su lugar de trabajo A los 18 años comenzó a estudiar computación en el Centro de Formación profesional de Villa Bosch con una maestra especial que además era profesora de esta especialidad y que llego al Centro gracias a la ayuda del Sr. Pico. Director del mismo .Es a través de la informática que pudo conocer más sobre números y letras y luego con una fonoaudiologa, aprendió a leer y a escribir, aunque lee mejor de lo que escribe, porque escribiendo a veces invierte las palabras. Como dijimos Lorena trabaja desde hace 20 años, lo que no le quita tiempo para desarrollar otras actividades después de las 15 hs que es cuando regresa a su casa. Actualmente aprende folklore, tango, expresión corporal, danzas árabes, percusión teatro, taekwondo, todo lo hace con alegría y cada nueva actividad es incorporada a la anterior, no cambia una por otra. “Lorena evolucionó con el arte, yo soy una convencida de que el arte es rehabilitante” dice Ana y agrega “gasto una fortuna en papel, crayones, fibras y lápices porque su tiempo libre lo utiliza para dibujar y pintar” .Sus pinturas son una explosión de color y expresión “ella tiene una mirada diferente de la nuestra, no ve las cosas como nosotros las vemos, sus dibujos tienen una particularidad, sonríen, lo que me hace pensar que Lorena está siempre contenta” dice su mamá. De esta charla se extrae un mensaje para los papas que tienen hijos con capacidades diferentes “Tienen que darles a estos chicos la oportunidad de hacer más, para que puedan desarrollarse, los padres por miedo no los dejan ampliar sus posibilidades, como por ejemplo viajar solos o lo que es elemental higienizarse, siendo que aprender a hacer estas cosas es un logro fundamental para estos jóvenes. Cuando los papas son grandes atraviesan el peor de los momentos porque obligatoriamente deben prepararlos para cuando ellos no estén y de esa manera no se conviertan en una carga imposible de sobrellevar para el resto de la familia. Lorena es una artista plástica autodidacta que ya ha realizado merecidamente sus dos primeras exposiciones una en la Biblioteca Mitre, de Caseros y la otra en el Centro Leopoldo Marechal y tiene un sueño, que sus pinturas sean conocidas por todos.