entrevista - alejandro marmo

“De mi niñez guardo el recuerdo de la incesante melodía de la maza sobre el metal en la herrería de mi padre; su mano firme fundiéndose en el hierro, las mañanas de óxido y vapor de herrumbre, y la oscura visión del mundo a través de las antiparras”. Así define una parte de su infancia Alejandro Marmo, uno de los más prolíficos artistas plásticos que ha dado nuestro barrio.  Nació hace cuarenta y cuatro años en Sargento Palma al 1400 de Martín Coronado, en el límite con Villa Bosch. Hijo de María, nacida en Grecia, de origen armenio, y de Luís italiano y herrero de profesión. Estudio en el Sagrado Corazón, en el Pío XII y termino el secundario en una escuela de San Martín. Precisamente en la herrería de su padre, entre hierros, golpes y soldaduras, es donde comenzó a sentir la necesidad de expresarse a través del arte. En 1998 realizó su primera exposición en Europa y al año siguiente se radico en Italia, donde instalo su estudio. A partir del año 2000 realizó una intensa actividad plástica, cultural y social, entre Europa, Estados Unidos y la Argentina. En el 2001, creo el proyecto “Arte en las Fábricas”. Trabajaba con los sectores  excluidos y los obreros despedidos de una industria argentina que por esos años, se encontraba en plena recesión. La idea era la integración a través de la creación, rescatando los deshechos industriales que había dejado la crisis del 2001 para  transformarlos en esculturas y posteriormente instalarlos en diferentes espacios públicos reforzando así, el sentido de pertenencia de los trabajadores, con la obra realizada. Con el mismo propósito, trabajó con los habitantes de la Villa 31 y de Fuerte Apache, también con los chicos pobres de la provincia de Chaco y del partido de Tigre, entre otros espacios. Siempre apostando al arte como instrumento de inclusión e intentando a su vez construir puentes entre las diferentes culturas, recorrió América latina, Europa y Asia. En Tokio, desarrolló el proyecto "Abrazos Sanadores" con niños y ancianos. Los trabajos resultantes dieron lugar a una exposición en el edificio de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón, que contó con el apoyo de la Embajada Argentina en ese país. Ese mismo año, 2010, llevó su proyecto de integración a los poblados chabolistas (campamentos gitanos) de la Cañada Real de Madrid. Allí trabajó con los gitanos en su constante hacer, por la integración de los excluidos.

En toda la obra de Marmo se hace evidente su compromiso con la realidad social. Precisamente de este compromiso se desprende la relación que lo une a Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco. Este conocimiento tiene su inicio años atrás cuando compartieron trabajos vinculados al arte y a la integración de los desechados. Entre estos trabajos se destaca El Cristo Obrero de Villa Soldati, que fue realizado con los durmientes del ferrocarril. El entonces cardenal, visito a quienes trabajaban en esta obra y no solo bendijo la escultura sino el proyecto de inclusión “Arte en las Fábricas”.

Más de cien obras pertenecen a este programa, entre ellas se destacan el  “Monumento al Trabajo” emplazada en Fuerte Apache, que fue realizada con la participación de los vecinos y con rezagos de las industrias locales, "Sirena del Río de la Plata" y "El Obrero Metalúrgico", ambas ubicadas sobre la Av. 9 de Julio, en el barrio porteño de Recoleta. La abeja de Río Tercero, en Córdoba, fue declarada de interés provincial y municipal por la Secretaría de Cultura y Educación, esta obra logró transformar la tragedia en arte. Fue construida en 2001, con restos de la explosión que en1995 destruyo la fábrica militar de Río Tercero y realizada con la participación de estudiantes de la carrera de Bellas Artes. Durante el año 2009, Alejandro Marmo fue el ideólogo del proyecto "Ajedrez del Bicentenario" y el encargado de construir las esculturas de grandes dimensiones que conformarían las piezas del juego. La ciudad autónoma de Buenos Aires, organizó talleres abiertos con niños y adultos de bajos recursos. Fueron 28 talleres en escuelas, comedores y bibliotecas municipales, en los que se trabajaron los conceptos de inclusión y participación comunitaria. Las piezas construidas por el escultor dieron lugar al "Paseo del Ajedrez" que fue inaugurado el viernes 19 de noviembre del año 2010, en el barrio porteño de La Boca.

Sin embargo el reconocimiento a nivel masivo llego con las dos siluetas de Eva Perón instaladas en el edificio del Ministerio de Salud y de Desarrollo Social, ex Obras Públicas, en plena 9 de julio. Estas imágenes que terminaron de instalarse en agosto del 2011, tienen el propósito de reivindicar a Evita como ícono cultural y de identidad nacional. La idea de instalar los murales en el histórico edificio nació en 2006 con el nombre “Sueños de Victoria” en el contexto del proyecto "Arte en las Fábricas". Son dos figuras de acero y cada una pesa entre ocho y diez toneladas. A fines del 2014 Marmo nuevamente fue noticia porque dos esculturas, que representan a la Virgen de Luján y al Cristo Obrero, fueron bendecidas por el Papa, en la residencia de Verano de Santa Marta, las mismas fueron construidas con la participación de jóvenes pertenecientes al sistema carcelario italiano y serán emplazadas en los jardines de Castel Gandolfo donde recientemente se abrió una sede de los museos del Vaticano.

“Alejandro Marmo, logra transformar lo descartable en belleza. A través del trabajo con desechos, rezagos industriales o material de descarte, invita a convertir la parte despreciable que habita en el interior de cada persona, en una obra de arte”.

Un nuevo Cristo Obrero de 15 metros de altura, será ubicado esta Semana Santa, a la vera de la Av. Panamericana, en Pilar, lugar en el que actualmente tiene su atelier Alejandro, “El Gashinero del Km. 50”.

Nuevamente una obra suya estará emplazada en una avenida de gran circulación, como muchos de los trabajos que nos regala Marmo, al alcance de todos.