editorial

¿Que pasa con nuestro país y con esta violencia que se ha instalado entre quienes lo habitamos? Si hacemos memoria y recorremos retrospectivamente la historia, veremos que la sociedad argentina siempre estuvo inmersa en hechos de violencia. Estos sucesos por lo general eran políticos y han dejado huellas imborrables entre nosotros. Los argentinos somos, en su gran mayoría, seres violentos. Esta actitud la demostramos al manejar, en un partido de futbol, a la salida de los boliches bailables, en la violencia que se ejerce contra la mujer, contra el diferente, también somos violentos al hablar. Sin embargo en estos últimos años, tanto jóvenes como adultos, ponen en evidencia sus más despreciables conductas. ¿Que lleva a una persona a querer matar a otra a golpes?, ¿que hace que un adolescente humille a otro, delante de sus compañeros, o le pegue hasta matarlo, como ha sucedido hace unos días en Junín? Algo se debe estar haciendo mal, en las familias, en la escuela, entre la gente, para que se halla perdido de esta manera, el respeto por la vida y por la integridad física y psíquica del otro. No son atenuantes, ni la inseguridad que vivimos a diario, ni la economía, ni los políticos. Somos nosotros como sociedad, quienes debemos intentar modificar estas conductas para que nuestros hijos y nuestros nietos, puedan vivir en un país en donde se respete al prójimo.