sábado, 3 de septiembre de 2011

Carta de lectores

Hace exactamente 60 años que vivo en este querido Villa Bosch, solo tenia 3 añitos cuando me trajeron mis padres y me quede para siempre. Lo vi crecer como pocos de los que hoy lo habitan. Todavía conservo fotos de aquella época, especialmente de la estación y del tren que era un tranvía de dos vagones verdes. Aprendí a quererlo desde mi niñez pero hoy me siento triste, porque aunque la construcción de viviendas y de comercios, especialmente aquellos cercanos a la estación, avanzan a paso acelerado, son muchos los problemas que nos aquejan: Los cráteres de nuestras calles, la suciedad en las mismas, porque los barrenderos pasan solo a partir de noviembre para exigirnos una colaboración de fin de año y desaparecen en enero nuevamente, el camión de los recolectores a quienes debemos esperar para tirarles unos pesos y así se llevan la basura y está no se acumula en nuestras calles, las luces de la vía pública que no funcionan y no vienen a arreglarlas, lo que nos obliga a hacer vaquitas entre los vecinos para comprar las lámparas que iluminan las calles. Son muchos los reclamos porque las cosas se deterioran día a día, como la vergonzosa estación que tenemos, contrastando con la pujanza de nuestro barrio. Pero lo que más me duele es “La Salita”. Los vecinos contábamos con una salita de primeros auxilios que en otra época fue muy importante para nuestro barrio, teníamos de todo allí, hasta una ambulancia, había médico de guardia que a varios nos sacó de apuros y muchos especialistas. Quienes vivimos en Villa Bosch tengamos o no dinero, la necesitamos y hoy lamentablemente ni guardia tiene. Sería beneficioso que desde todos los medios locales y aún desde Facebook pidamos que vuelvan a darnos a nuestra querida Salita, que para eso también pagamos impuestos. Todos necesitamos de ese lugar, especialmente quienes tienen chicos y no pueden pagar una prepaga y también nosotros los abuelos, que aunque tenemos Pami, nos resultaba conveniente para tomarnos la presión o aplicarnos una inyección, cosa que hoy no hay. Los viejitos no podemos viajar a Caseros o Coronado para eso y tenemos el mismo derecho que quienes habitan esas localidades. Hagamos fuerza por nuestro Villa Bosch. Exijamos que se nos restituya nuestra salita funcionando a pleno como lo supo hacer.
Una antigua vecina de Villa Bosch - Noemí Broz

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