domingo, 1 de diciembre de 2013

mariana martinelli - hago solo lo que quiero

Mariana Rosas Martinelli de Cárdenas es una reconocida artista y profesora del barrio que con sus 81 años, sube y baja varias veces al día, por una empinada escalerita de madera, para llegar a su atelier. Su lugar en el mundo, como le gusta llamarlo. Su casa respira arte por todos lados, especialmente en sus paredes repletas de cuadros. Mariana, nació en Mendoza en 1932, consagró su vida al arte y a la docencia, lo que no le impidió formar una familia junto a Ponciano Cárdenas, multipremiado artista plástico, a quien entrevistamos hace unos años para nuestro medio. Juntos tuvieron cuatro hijos: Mariana dedicada a la danza, actualmente retirada, Ponciano, ingeniero agrónomo, Arilino, el único de los cuatro que siguió el camino de sus padres, actualmente expone en la municipalidad de San Martín y Paloma que es profesora de educación física y la única que vive lejos, en Villa Ventana.
¿Cuando comenzó su inclinación artística?
Desde muy chica, mi mamá me mando a estudiar, al Instituto de Teatro Infantil Labardén,  allí enseñaban danzas, plástica, folklore, canto, arte escénico, declamación. A mí me encantaba, pensé que iba a poder vivir toda la vida de eso, pero en esa época, los que se dedicaban a las tablas, estaban mal vistos, lo que hizo que mis padres me sacaron, yo creí que me moría, hasta que un tío tuvo la maravillosa idea de que estudiara en una escuela de arte. Fue al terminar la primaria, tenía 13 años, porque como nací en agosto, entré a la escuela, casi un año mas tarde. Curse tres años en un instituto incorporado, el Herminda Acosta, después continué cuatro años en la escuela Prilidiano Pueyrredón y luego pasé a la escuela superior, es decir que hice toda la carrera. Soy profesora de pintura, dibujo y grabado, posteriormente estudié un tiempo en el Belgrano, hasta que por viajar a Bolivia abandoné.
¿Allí lo conoció a Ponciano?
No a él lo conocí en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Carcova. El iba y venía de Bolivia, en uno de esos viajes, cuando al volver, nos casamos y nos mudamos a su país, a vivir allí un tiempo, pero yo no me sentía muy bien, había quedado embarazada en el viaje de ida, en el tren, me volví antes para que naciera mi primera hija. Una tía de mi mamá contaba los días para saber si exactamente habían pasado nueve meses, porque ella pensaba que a lo mejor había quedado embarazada siendo soltera, eran otros tiempos…
¿Que paso cuando volvieron a Villa Bosch?
Estuvimos cerca de 2 años en Bolivia, yo me vine antes a vivir a lo de mi mamá, porque Ponciano trabajaba como profesor en su país. Con el dinero que habíamos juntado, más los premios que él había ganado, compramos el terreno para nuestra casa en Cochabamba y Miguel Ángel.
¿En esa época ya se dedicaba a su profesión?
Si, trabajaba como profesora en la escuela Preciosísima Sangre, daba clases en el Pío XII, en la escuela Antonio Berni de San Martín y además tenía alumnos en mi casa, enseñaba cerámica, esto último duro poco tiempo, porque me sentía invadida, como que me quitaban un espacio que era mío. Trabajé cincuenta años como docente y hace cuatro solamente que no ejerzo.
¿Hizo muchas exposiciones?
Si hice algunas en Bolivia, otras en San Martín, en la Plata, en muchos lugares de la Provincia de Buenos Aires, la última fue una presentación en el Registro Civil de Villa Bosch, pero no me gustan mucho las exposiciones.
¿Porque razón?
Normalmente un artista expone para vender y eso a mí no me pasa, no vendo mucho. Será porque no hago lo que a la gente le gusta, hago lo que me gusta a mí y no voy a cambiar eso por una cuestión meramente comercial. Yo acepto todos los trabajos que me encargan, pero quiero hacer solo, lo que yo quiero, no me gusta que me condicionen. No hago lo conveniente para vender, esa es mi manera de manejarme.
¿Actualmente sigue pintando?
Si, pinto todas las mañanas y también las tardes, salvo cuando tengo alguna tarea pendiente, hoy por ejemplo, dedico la mañana a hacer una torta para el cumpleaños de mi hija
¿Si no vende mucho, debe tener cantidad de trabajos guardados?
Un montón, tanto el atelier como la planta baja están llenos de trabajos que guardo y no solo cuadros, porque también escribo. Escribí algunos libros de poesía, tengo tres, que nunca publiqué, también hice algunas canciones y hace muchos años, en el primer festival de música folklórica, que se hizo en el país, presenté una chacarera.
¿En el barrio, tiene muchos trabajos realizados?
Hice muchos trabajos, especialmente para la parroquia Nuestra Señora del Carmen, allí realicé  El Crucifijo del altar, en madera, El Vía Crucis, en cerámica, La lámpara del Sagrario, El retrato de San Leonardo en resina poliéster y en la cripta del Instituto Pío XII hice la Cruz de la puerta de entrada, el Pantocrátor, en el frente de la escalera interna, el Retrato de San Leonardo Murialdo en cemento, la Cruz del altar, en cerámica, la Puerta e interior del sagrario y los Vitrales de las ventanas, También hice los vitrales del Preciosísima Sangre.
¿Sus trabajos tienen alguna similitud con los de su esposo Ponciano?
No, nos expresamos de manera totalmente distinta, porque yo, no me hice al lado del él, elaboré mi propio estilo desde muy chica.
¿Expuso alguna vez en el municipio de Tres de Febrero?
Creo que sí, y digo creo, porque lamentablemente me olvido de muchas cosas. Actualmente estoy con algunos problemas de memoria, por lo que mi hija me hizo grabar una chapita de identificación, con los números telefónicos, por si me pierdo y paradójicamente no me acuerdo donde la puse. Desde muy joven tengo un problema de orientación, así que si alguna vez, alguien del barrio me ve por allí, ya saben que hacer, nos confía en broma. Nunca le he dado demasiada importancia a las cosas que hago, será por eso que recuerdo poco.


1 comentario:

  1. Querida Mariana sos divina, todo un ejemplo de vida y te quiero muchisimo . Marite Ponisio

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