miércoles, 6 de julio de 2011

La fuerza de un Titán

Es conocido en el ciclismo como Nacho “Titán” Ruano, Campeón Argentino, Sudamericano y Latinoamericano Juniors, en la especialidad contrarreloj y ruta. Ha pasado invicto de categoría, luego de tres campeonatos en ambas especialidades. Estamos hablando de un joven de Villa Bosch que logró con la ayuda inclaudicable de su familia no solo sobreponerse a serios problemas de salud, sino destacarse en las disciplinas deportivas que practicó. En 1992 nace el más chico de los hijos de la familia Ruano, Nacho, quien a los dos años y medio padece una insuficiencia renal que lo tuvo en diálisis durante 4 años, hasta que en 1999, con solo 6 años le trasplantan un riñón. A raíz de una infección derivada de su problema de salud, deben medicarlo con antibióticos tan fuertes que según les advirtieron a sus padres podía provocarle serias secuelas, ceguera, un problema hepático o una hipoacusia, que es lo que hoy padece, hipoacucia severa bilateral. Ignacio comenzó la escuela como cualquier otro chico pero poco tiempo después debió continuar en una escuela para sordos. Allí se encuentra con la profesora Marisa Loekemeyer.que era entrenadora de Los Murciélagos y es quien se da cuenta que Nacho puede hacer algún deporte, tenis, básquet, voley o atletismo. Paralelamente en el año 2004 sus papás son invitados por la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires a una competencia que se realizaba conmemorando el 30 de mayo, Día Nacional de la Donación de Órganos. En el evento conocen a Ricardo Arce que en ese momento era el presidente de ADETRA Asociación de Trasplantados de la República Argentina e integrante de la organización mundial de Juegos Mundiales de Trasplante que año por medio organiza esta competencia. Después del primer trasplante Ruano comienza a tener una buena calidad de vida, fue así, que solo para ver que pasaba participó en el primer torneo argentino y sudamericano, en tres disciplinas natación, atletismo y voley. Gano la medalla dorada en 25 mts de natación y la de atletismo en 25 y 50 mts libres lo que fue una gran sorpresa y lo incentivó a participar en muchas competencias tanto para sordos como para quienes no lo son. “El tiene una vida social muy importante, se ha hecho de muchos amigos a los que visita o vienen a nuestra casa, esta inserto en tres comunidades, con nosotros oyentes, con sordos y con trasplantados” nos cuenta su papá. Desde el primer trasplante siempre supieron que había muchas posibilidades que debiera volver a operarse, motivo por el que Daniel se preparaba físicamente para estar en las mejores condiciones ya que era compatible con su hijo en un 99% por eso en otras cosas hacía ciclismo lo que motiva a Nacho a querer correr en bicicleta. Con sus ahorros se compra su primera pistera y comienza a prepararse para participar del 13 al 16 de septiembre del 2007 en los Primeros Juegos Bonaerenses de Deportistas Transplantados, ganando en su categoría “Juniors”. “Nacho es de perfil bajo, ha ganado muchos premios pero es muy moderado en sus expresiones de alegría, también me ha sorprendido con sus reacciones ante aptitudes antideportivas que ha sufrido, me llama la atención su forma de reaccionar tan tranquila, solo baja de la bicicleta, se sienta en el piso, se tranquiliza y después reflexiona, agrega el papá. En el 2009 en medio de tantos campeonatos y medallas ganadas, en plena actividad por competencias en otros países, comienza nuevamente su disfunción renal debiendo volver a trasplantarse pero esta vez con un donante relacionado, su padre. Lejos de desmoralizarlo ingresa a la escuela de ciclismo de Sebastian Donadío ubicada en el KDT para continuar con los entrenamientos. “Todo lo hace con alegría, no le cuesta esfuerzo, sale del colegio y tiene diferentes actividades, los martes entrena natación va solo al CENARD también va al KDT, a entrenar ciclismo, de donde regresa cerca de las 11 de la noche, sin embargo todos los días se levanta a las 7 de la mañana para ir al colegio sin ningún problema y por supuesto debe continuar con su tratamiento medico que es de por vida” nos cuenta Marité, su mamá.
Nacho de a poco va insertándose en el ciclismo grande nacional, por lo que se relaciona con las figuras más importantes como los hermanos Curuchet , Walter Pérez y el “Pampa Ferrari” (entrenador de ciegos en tándem) que es quien lo bautizó “Titán” por sus ganas, por su empuje y su competitividad. “Lo vio a Ignacio en una carrera y quedo deslumbrado, estando con “el pampa” en una cena de fin de año en que lo premian, nos sorprendió tomando el micrófono y diciendo- Se lo voy a entregar al Titán – ese momento fue su segundo bautismo porque hasta cuando tiene que firmar una solicitud de inscripción no pone Ignacio sino Titán Ruano. Nacho es una de las tantas personas que no claudican ante las adversidades, un verdadero ejemplo de que se puede ir para adelante concretando sus metas. Su sueño es llegar a ser como Angel Dario Colla que es su ídolo en el ciclismo

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