Vicente
es un vecino de 86 años que vivió casi toda su vida en Villa Bosch, y a él
recurrimos a fines de noviembre, (mes en
que se cumple un nuevo aniversario de nuestro Barrio) para seguir recopilando anécdotas y datos del
pasado de la villa. Vicente Miguel Migliazza nació en capital, en Villa Pueyrredón
y llegó a esta zona en 1943 a los 11 años, con sus padres y hermanos
¿Porque
eligieron venir a Villa Bosch?
Nos
mudamos de capital, por la enfermedad de mi mamá, ella era enferma mental y le
daba por irse de casa. Se iba a la calle con una colcha al hombro y caminaba
por el empedrado de Nazca, Av. San Martín, Mosconi, Salvador M. Del Carril y
aunque parezca mentira hace tantos años, esas avenidas eran de mucho tránsito,
no solo de autos también circulaba el tranvía. Mi papa se iba a trabajar muy temprano,
a las 5 de la mañana, y ella se quedaba sola con nosotros que éramos chicos,
era un peligro. El temor por nosotros o por algún accidente con mi mamá, hizo
que mi papa decidiera venirse para acá, donde no había nada, salvo algún animal
de quinta. Nos dijo “nos vamos a Bosch, ahí solo la puede atropellar una vaca”
-Cuéntenos
como fue la llegada a nuestro barrio-
Colegio no había, los últimos años de primaria los
hice en la escuela Abel Ayerza, de Villa Devoto y algunas veces el viaje hasta
allá se complicaba un poco. Si el tren no funcionaba, la mitad de los alumnos de
la escuela, tenían que faltar, por eso el jefe de la estación Devoto, hacia
salir un tren especial, que era rápido hasta allí y después desde Devoto, al volver,
paraba en todas las estaciones, repartiendo a los chicos que venían de estos
lados.
Nosotros
tuvimos el primer almacén que había y estaba de este lado (sur de Villa Bosch)
en la esquina de José M. Bosch y Luis María Campos (antes 4 de Noviembre). Para
mi hubo un error en la denominación de esta última calle, porque no se puede
llamar de la misma manera, después de cruzar el túnel de Ilia y por tan solo
una cuadra. Hablando del túnel, cuando llegamos
el conducto era un caño muy pequeño y con un amigo nos divertíamos
esperando el paso del tren, porque nos
metíamos adentro para sentir la vibración, era toda una aventura. Después de
muchas inundaciones y muchos años de gestión
de los vecinos, se construyó el paso por debajo de las vías.
¿Siempre
tuvieron almacén?
No,
yo fui maestro mayor de obras durante 30
años, hasta que falleció mi papá y me hice cargo del almacén, mi otro
hermano Marcelo, también era maestro mayor de obras y uno de los primeros
martilleros que hubo en el barrio y Antonio fue Secretario de Obras Públicas
del Municipio.
El
primer rematador que hubo en Villa Bosch fue mi papá Francisco
¿Porque
las vías hacen la diferencia en el barrio?
Esa
diferencia se dio porque en el norte de Villa Bosch (la zona más comercial) no se permitía hacer ranchos, es
decir las casas debían de ser de material, por eso Bravo & Barros una de
las empresas que realizaron el loteo, ofrecía cada terreno en venta junto
a 10.000 ladrillos, no ocurría lo mismo
de este lado, es decir que el sur de Villa Bosch desde el principio fue
diferente.
¿Había
luz, asfalto, medios de transporte?
Luz,
no había, nos iluminábamos con el sol de noche y con una lámpara, que era una
piedrita de carburo, que con un poco de agua, daba una luz hermosa. Cuando hubo
que traer la electricidad, mi papá se ocupó de solicitarla pero, debían
anotarse al menos diez familias para que pusieran los palos. Ni subiéndose a la
terraza se veían las casas, hubo que recorrer mucho para encontrarlas, de tan
pocas familias que había en la zona. Con respecto al asfalto solo llegaba a la
estación desde 4 de noviembre y Kelsey, hoy Murias, todo lo demás era tierra
pura. Después de algunos años se trazó Santos Vega, primero hicieron un mejorado
y más tarde, la asfaltaron hasta San Lorenzo. ¿Medios de transporte?, solo estaba
el tren, que en realidad, era un tranvía, al tiempo apareció otro medio de
transporte, un coche con capota de lona,
que iba de la estación a la calle San Lorenzo y cobraba 6 o 7 centavos
por persona. Empezó a funcionar cuando asfaltaron la calle, antes era imposible, era puro barro.
¿Cómo
eran los alrededores de la estación y cuáles fueron los primeros comercios?
El más
antiguo fue la óptica Monteagudo, después
la farmacia Arias, le siguió mi almacén “Gran provisión Pichi”. En realidad, solo
hasta San Lorenzo era la vida de Villa Bosch, después puro campo, porque
para la derecha de Santos Vega, eran
todos Maizales y para la izquierda, estaban los campos de hacienda, que arriaban los animales al matadero de San
Martin, este estaba ubicado donde
actualmente está el Centro de Zoonosis de la calle Almeira. Tengamos en cuenta
que en esa época, todo era partido de San Martin. Las quintas eran todas de
hortalizas. De José M. Bosch a la izquierda, hornos de ladrillos, más adelante
la fábrica de azulejos Vicri que después de muchos años fue el supermercado
Canguro. Para el lado de Coronado también,
había quintas de hortalizas y criadores de caballos. En la estancia de los
Kelsey, dentro de esa zona, había tambos
y sus cuidadores, los Urquijo, se
dedicaban a la cría de ovejas. Era un campo de 80 hectáreas que limitaba al norte con las vías del ferrocarril San
Martín. Donde está actualmente la fábrica Peugeot, era la estancia de los Kelsey. Los
Urquijo eran los caseros de estos campos, pero parecían los dueños de
las tierras, los conocían más que a ellos, estaban acá desde 1900 y se
encargaban de todo, cuando los hacendados llegaban de Buenos Aires ellos, los
iban a buscar a la estación en una volanta, un coche muy antiguo de cuatro
asientos tirado por dos caballos. Las tierras de los Kelsey estaban sembradas
de Alfalfa para alimentar a los animales que tenían en los corralones de centro
de Buenos Aires
En ese tiempo la calle Esquiu se utilizaba
para para tomar el tiempo a los caballos de carrera, era un callejón largo y
recto. Todos los los jueves había
reunión, se llenaba de sulkys y caballos de trote. Recuerdo que un caballo se vendió
a $ 20.000 cuando una casa salía $ 5.000 de aquella época. Con el carro que
teníamos íbamos a ver todas las carreras. En esa Zona estaba la excavadora, de
ahí sacaban la tierra para realizar los terraplenes del ferrocarril San Martín,
eso hizo que se formara una hondonada de 6 o 7 metros de profundidad (la
laguna) donde llevaban a tomar agua a las vacas y donde los chicos íbamos a
jugar.
¿Y
el bosque de eucaliptos?
Están
desde el 53 antes era un predio pelado y aquí debajo de mi casa, frente a los
eucaliptos, donde estaba el almacén y despacho de bebidas, teníamos dos
palenques, la gente venía a caballo a
tomar unos vinos y se quedaban cantando tangos hasta las primeras luces
del día siguiente
Los campos de los Kelsey y de los Bosch fueron
vendidos o donados por sus herederos a diferentes instituciones. Una de las últimas
hectáreas loteadas y posteriormente vendidas, fueron las que pertenecían al
Club Dreyfus, en el límite entre Coronado y Villa Bosch. Esas cuatro manzanas
repletas de eucaliptos, fueron de las ultimas en lotearse y posteriormente rematarse
a fines de 1970 y modificaron
sustancialmente, la fisonomía de una parte de nuestro barrio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los editores se reservan el derecho a no publicar un comentario que no respete buenas costumbres o sea violento y/o insultante.