“No hay
que confundir caridad con solidaridad. El acto de dar es encomiable, pero más
importante es crear condiciones para que la gente que ha sido puesta en
desventaja tenga capacidad para valerse por sí misma, y éste es nuestro
principal objetivo como organización, preocupada por los niños que hoy se
encuentran excluidos en nuestro país. Para lograr nuestro objetivo, necesitamos
de la colaboración de todos aquellos que, teniendo sensibilidad social, no
encuentran un espacio donde canalizarla, ya sea brindando lo que tienen,
aportando tiempo o bien apoyando la labor que realizamos diariamente. Nuestro
único objetivo es poder lograr que un pequeño grupo de chicos tenga garantizada
la comida y pueda atesorar conocimientos con la tarea que realicen los profesionales
y colaboradores que se destinan diariamente a su cuidado y contención. A tal
fin, nuestra Fundación brinda desayuno, almuerzo, apoyo escolar, clases de
inglés, computación, educación física, asistencia psicológica, médica y
odontológica, a niños cuyas edades van desde los meses de vida hasta los 18
años, procurando controlar su salud física y psíquica, y brindándoles
contención mediante la resolución de los conflictos que cada uno tenga en el
medio donde se desarrollan. Para ello contamos con un grupo de profesionales
especializados en la atención de menores y con un gran número de colaboradores
que tienen como único fin el ayudar a brindarles mejores condiciones de vida a
los menores que concurren a nuestra Institución”. Así se presenta en su Blog “De
la Calle a la Vida”
Ana
Clara Lamontanara “Clarita”, es la coordinadora del comedor comunitario “De la
calle a la vida” que fue fundado hace 18 años por un grupo de jóvenes,
empleados del banco Credicoop. Viendo las necesidades por las que atravesaba la
gente del barrio decidieron armas la fundación, uno de ellos facilito la casita
de un familiar luego con un préstamo se fue ampliando pero ya desde hace un
tiempo no se hacen más reparaciones por una cuestión de recursos, lo poco que
se puede recaudar se destina a la cocina, la estructura es muy linda y
acogedora, lo que pasa es que se hace muy difícil mantenerla
¿A quién
se le ocurrió el nombre?
A los fundadores, porque si se puede rescatar
a uno solo de estos chicos, de la calle y traerlo acá, es que logramos nuestro
objetivo sacarlos de la calle que nunca es buena compañía. A algunos los
tratamos de insertar en el mercado
laboral, por eso le insistimos mucho con
que terminen el colegio, a los más grades que terminen el secundario y a los más
chicos les pedimos el boletín, con eso nos aseguramos que vayan al colegio
Cuanto
hace que estas en esta función
Hace
solo tres años, antes trabajaba en una empresa privada en el área
administrativa me acerque a colaborar y por mi experiencia me pusieron en este
lugar, pero en realidad aquí no hay jefes sino colaboradores todos estamos para
cumplir la misma labor que es la solidaridad .yo soy solo la cara visible
porque me ocupo de pedir las donaciones por mail o por teléfono y a veces las voy a buscar, soy
la que lleva la parte legal y administrativa.
Que te
llevó a realizar esta tarea
Darme
cuenta de la necesidad de la gente. Trabajamos con personas con necesidades
extremas, pero con mucha generosidad, es una tarea muy gratificante, es lindo
ver como se ayudan entre ellos, en su mayoría vienen con muchas historias atrás,
me pregunto, a una mama con 5 nenes,
separada, ¿quién le da un trabajo? Sobre todo si además, vive en un barrio
carenciado, la respuesta es nadie. Nadie le da una oportunidad y entonces no
les queda otra que pedir o juntar cartones, seguramente es una historia
heredada de sus padres o abuelos, de generación en generación.
¿Quienes
colaboran ayudándote?
Liliana
Di Lucio, que es quien coordina la
cocina, los muchachos fundadores, que ya son mayores, vienen todos los sábados
y las mamas que se acercan diariamente y ayudan un montón, cocinando y
limpiando, vinieron por un plato de comida y se quedaron a ayudar todos los
días .
¿De dónde
vienen los chicos y que promedio de edades tienen?
Casi
todos de la Villa El Mercado, de Los rusos, de barrio Derqui, también hay
abuelos que no tienen jubilación y no les queda otra que venir aquí porque no
tienen ni para los remedios.
No son solo chicos, vienen familias también.
Las edades son variadas, desde que empiezan a comer hasta personas mayores de 80 años. Vienen chicos de
12 o 13años con sus hermanitos en brazos, porque algunos padres tienen vergüenza y ellos se llevan una
parte a sus casas para sus papás...Hay anotadas 70 personas pero 60 vienen
todos los días. Los que por algún motivo se retrasan, me llaman para ver si hay
comida todavía
¿Cómo se
sostienen, tienen algún subsidio?
No
tenemos ningún subsidio, esto está registrado como merendero, no como comedor
comunitario. Justamente hoy estamos esperando la visita de algunos funcionarios
municipales para ver que se puede hacer.
Nos
sostenemos a través de donaciones, también tenemos una cuenta bancaria donde
quien quiera puede colaborar. Alquilamos el salón para diferentes eventos. El
año pasado tuvimos muchas fiestas, eso generaba trabajo para las mamas y algo quedaba para la fundación. Algunas
señoras son las cocineras, otras, mozas y el hijo de una de ellas, es el disk
jockey. Con lo que se cobra por el alquiler del salón hay trabajo para las
mamas e ingreso para la fundación. La seguidilla de fiestas del año pasado,
hizo que algunas mamás se entusiasmaran y armaran un emprendimiento “las mamis
de la funda” les prestamos las instalaciones y ellas hacen pre pizzas, las venden
y con eso se ayudan un poco. Hoy recibimos una gran cantidad de porciones
de guiso de arroz, sé les cayó un pedido y nosotros felices al poder
darle de comer a todos.
¿Cómo
llegan las donaciones?
Antes
eran espontaneas, ahora hay que pedirlas, por eso hicimos un poquito de campaña
solicitando alimentos no perecederos, de las grandes empresas, estas lo donan
al “banco de alimentos” y se lo venden a los comedores por peso, si bien lo
venden a bajo precio, a veces no tenemos dinero para comprarlos. Cuando no hay
donaciones y tenemos algo de dinero en la cuenta no nos queda otra que recurrir
“al banco de alimentos” porque los costos son mucho más baratos que en un
supermercado, aunque se encarecen por el alquiler del flete al no contar con nadie que tenga vehículo. Las
donaciones son de gente conocida o comercios y empresas de la zona, pero
siempre pidiendo. Un club de Villa Raffo, El San Martin nos dona carne todos
los meses, eso lo tenemos fijo, unos jóvenes de un club de boxeo también nos
ayudan juntando y trayendo todo lo que
tienen, Ahora se incorporó una señora que cada tanto nos trae 5k de pollo,
quizás no hay para todos pero suma.
¿Cuáles
son las necesidades que tienen?
Además
de alimentos no perecederos, ropa para todas las edades ya que tenemos un perchero
solidario y cuando hay algo de ropa lo sacamos afuera para que quien lo
necesite, se pueda llevar algo. Quisiéramos
tener más cursos con salida laboral, como taller de costura, cuidado de niños o
personas mayores. Necesitamos que todo aquel que quiera colaborar se acerque, será
bienvenido. Otra manera de ayudarnos es a través de una cuenta bancaria, la
gente deposita lo que puede, hay empresas que nos ayudan de esa manera, y con eso pagamos los
servicios porque no tenemos ningún subsidio del estado, tampoco tarifa social (para
las ONG y para los clubes no hay tarifa
social
¿Tienen
alguna actividad, o es solo comedor?
Tenemos
algunas. Los sábados hay boxeo, los
profes no solo les enseñan ese deporte, les hacen hacer gimnasia y les enseñan disciplina,
llegar a horario, saludar al entrar y al salir. Vienen muchos chicos porque
encuentran un lugar de contención que tal vez no tengan en su casa, además que
la clase, es el afecto que le dan, un lugar de pertenencia. También tienen
clases de inglés y apoyo escolar, los viernes, hay computación para adultos,
los profesores son del Capacyt y otorgan
títulos oficiales, lamentablemente no tenemos más cursos porque tienen que ser
gratuitos y no son muchos los que quieren hacerlo Tenemos un aula exclusiva
para las clases y todas las maquinas fueron donadas. Los chicos no solo vienen
a comer, si hubiera más cursos ellos los harían. Son muy agradecidos. Aquí
reciben no solo comida sino también una buena educación. Que importante sería
que la gente pudiera comer en familia y sobre todo en su propia casa
Fundación
“De la calle a la vida” Dirección Cavassa 4289 esq. Catriló. Caseros
TEL:
4734-4704 / CEL: 15-6254-4013
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