El 13 de mayo
de 1971 se creó el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y
Pensionados, más conocido como PAMI –Programa de Asistencia Médica Integral–,
con el fin de brindar atención médica, social y asistencial a una población
específica: los adultos mayores, de esta manera PAMI se define en su página
Web. Hace 46 años que funciona esta obra social, una institución que pocas
veces cumplió de manera eficaz con el verdadero propósito de su creación,
cuidar la salud de los ancianos. Cuando la actual gestión asumió su mandato a
fines del 2015, los abuelos contaban con cobertura del 100% en cerca de diez
medicamentos, provisión gratuita de pañales, bolsones de alimentos, provisión
de drogas oncológicas, etc. Imaginábamos que había irregularidades, poco
control, que muchos de los que accedían a estos beneficios no los necesitaban
por tener otras coberturas médicas o por percibir jubilaciones muy superiores a la mínima que permitían hacerse
de estos remedios sin necesidad de subsidios. Por lo tanto el control es
correcto, lo que no es correcto es el ajuste, el tremendo ajuste que están
sufriendo los afiliados quienes se encuentran con una cobertura que no es tal.
Los médicos de cabecera no tienen formularios para prescribir estudios, se los
retacean en el instituto, las clínicas y laboratorios han visto modificados
desde el mes de abril, los valores que percibían por prestación y en muchos
casos ya no quieren atender porque no les conviene, por lo que las
instituciones que siguen en cartilla restringen los turnos, que generalmente
alcanzan los tres meses de espera. No es
menor el problema que existe con respecto a las drogas oncológicas, cuyo valor
es inalcanzable y en donde cualquier excusa es buena para retardar la
provisión, afectando de esta manera el tratamiento de personas que tanto lo
necesitan en tiempo y forma. A todo esto debemos agregar el fin del programa
remediar que paliaba en parte la provisión de medicamentos y el exorbitante incremento en los precios de
los de los mismos que hace que muchas veces los jubilados deban optar por uno u
otro para poder comprarlos, dado que la gente de más edad, deja una buena parte
de sus ingresos en las farmacias. En su gran mayoría los jubilados perciben una
jubilación mínima de poco más de 6000 pesos, que buena noticia sería que alguna
vez el ajuste no se lo carguen a quienes menos tienen y trabajaron toda su vida
aportando a la seguridad social , para tener una vejez cuidada y tranquila.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los editores se reservan el derecho a no publicar un comentario que no respete buenas costumbres o sea violento y/o insultante.