Lo
conocimos en las primeras fiestas que organizaba el Centro Cultural José María
Bosch. Era un adolescente que revoloteaba alrededor de los organizadores
queriendo subir al escenario. Nunca claudicaba en sus pedidos y a veces su
insistencia resultaba incomoda, porque nadie lo había visto bailar y no le
creían. Una de esas tantas noches, fue invitado a subir al escenario y resulto increíble,
no solo para él, sino también para
quienes sorprendidos pudieron disfrutar de su actuación. Lucas Benítez tiene 26
años y después de patinar en el Club Huracán, quedo clasificado para los
Torneos Nacionales de Patín que se llevaran a cabo este mes en San Luís.
¿Cuando
fue que empezaste a patinar?
Arranque
hace unos años en el Club Victoria, pero no era constante, empezaba y dejaba,
porque veía que no me tomaban en cuenta, no le daban importancia a lo que yo
hacia. Como yo quería patinar, mi mama me acompaño a la Sociedad de Fomento
Estrada donde daba clases Noemí Cavaco. Noemí
me aceptó con muy buen onda y me tuvo una gran paciencia, me enseño las reglas
del juego y logré este último año avanzar tres categorías. Con Noemí y su hijo Nano,
participe en la obra El Fantasma de la
Opera que dirigieron ellos.
¿Es
decir que te vieron condiciones?
Si,
eso es verdad, pero además yo soy testarudo, lo que me propongo lo tengo que
lograr, nunca abandono. Con ellos, Noemí y Nano, se creó una amistad, me
invitar a ir de vacaciones, me invitan a comer. Un año me fui con ellos a
Chapadmalal y me puse a bailar con los patines, fue increíble, la gente se
empezó a juntar y cuando termine pasé la gorra, no podía creer el montón de
plata que junte. Otro año lo acompañé a Nano a un torneo en Mar del Plata y
allí me regalaron unas botas para patinar, eso me ayudo bastante. Siempre me
las rebusco, vendo rifas y también bailo en los vagones de los trenes, en el
Urquiza y en el Mitre los fines de semana, eso me sirve a mi y a mi economía,
me ayuda a comprar repuestos para los patines que son muy caros.
¿Como
haces para bailar en trenes y colectivos?
Pido
permiso a la gente, en el tren y en el colectivo 328 también, hago la misma coreografía
que en patín pero sin patines con música de los espectáculos de Broadway, siempre
con buena onda, “dar positividad para recibir positividad” yo creo que la vida
es así
¿Como
fue que clasificaste para el Nacional?
Fuimos
con Nano a probarnos a una liga en club Huracán de Parque Patricios, yo era el
último, fui a la pista muy tranquilo. En el doble caí limpiamente en un pie,
los brazos como corresponde, los tiempos, casi todo bien. Los jueces no son de
sorprenderse pero le dijeron a la organizadora ¡“este pibe tiene que ganar”! yo
sé que quizás por mi aspecto puedo ligar algún puntito mas, me paso en un
amistoso, en Atlanta y salí segundo. En definitiva en huracán creí que me
estaban regalando un puntito más, pero no, fue por lo que había hecho. El
puntaje más alto es un cinco y a mí me pusieron cuatro y medio.
¿Como
nace esta vena artística que tenes?
Desde
chico me gustaron el canto y el baile, pero algunos por mi problema en la cara
me decían, ¿como vas a cantar o bailar? en cambio mis viejos siempre me
incentivaron, me compraban de todo, desde parlantes portátiles, micrófonos,
equipos de música, lo que deseaba.
¿Tuvieron
que hacerte alguna cirugía en la cara?
Me
operaron dos veces. En el Hospital Fiorito, me hicieron una cirugía estética
para levantarme el labio, debía hacerme un implante de piel pero cerró ese servicio
del hospital y no pudieron atenderme más. Hace 5 años trabajando en el Alto
Palermo, gente de un local de estética al verme, me invitaron a ir a una clínica
de capital para que atienda un médico. La clínica se llama B &S está en la
calle French. Me vio el Dr. Blugerman y sin
mucho preámbulo en una semana me operaron, me cocieron con unos hilos rusos que
son de bronce y lo más increíble, no me cobraron ni un peso, yo estaba internado
en una habitación de lujo, en una clínica en donde se atienden muchos
personajes del ambiente artístico, no lo podía creer.
-Contame
que hacías en el Alto Palermo-
Cantaba
y bailaba, pero no pedía nada, me volvía a casa con un montón de productos que
promocionaban, algunos me daban plata o alguna prenda de vestir pero yo no iba
por la plata o lo que pudiese llevar, era más que nada por el aprecio de la
gente, la calidez que tenían conmigo.
¿Y
como ganabas tu plata?
En
un momento hice delivery de helados para Los Amores, pero un día me quisieron
robar la moto, otra vez me caí de la moto, para evitar un robo y me dije ¡esto
no es para mi!
¿Siempre
viviste en Bosch?
Si,
desde que mis papás me adoptaron, si, así como me ven, me adoptaron, con la
malformación que tengo y desde Casa Cuna me trajeron a Bosch. Mi papa se lo
pasaba trabajando lo veía en la cena, los feriados o los fines de semana. Fue
mi mamá la que me llevó a todos lados para tratarme esta malformación, fuimos
al Garrahan, al Thompson, a un montón de hospitales. Lo que tengo es un angioma
no invasivo y soy hemofílico, por eso tengo que tener cuidado con las
heridas porque puedo tener un problema
grave. Una parte del angioma esta cerca de mi ojo izquierdo pero no me afecta,
veo perfectamente. En el hospital Gutiérrez me trataron la parte interna. El
destino me puso en manos del Dr. Robles que me atendía la parte dermatológica
con láser, porque cierra los vasos sanguíneos y aclara las manchas (se usa en
los tatuajes) era muy doloroso, pero recuerdo que me premiaba con regalos que
traía de sus viajes y me decía “si haces cinco sesiones te regalo tal cosa” “si
haces otras más, tal otra”, un médico increíble
¿Cómo
fue la etapa escolar?
De
chico era muy liero por eso pasé por varias escuelas. Empecé en el Jardín Arco
Iris, luego el Dientito Flojo, la primaria la empecé en El Salvador y del
segundo grado al sexto curse en el ICEA y toda la secundaria la hice en el
Instituto Biedma. Los chicos cuando recién te conocen se contienen, pero después
te cargan en todos lados, en la escuela,
en el barrio, en el club, éramos chicos y los chicos muchas veces son crueles
con el que tiene algo distinto, con el que es diferente, pero a veces la
crueldad de los otros te hace fuerte. Tal vez otro se deprimiría, yo no, lo
tomo como de quien viene. De hecho tengo muchos amigos, me sigo viendo con la
gente del Biedma, donde tenía un grupo hermoso, a pesar de mi forma de ser
porque me reconozco como un tipo pesado, cargoso y molesto.
¿Que
otro cosa hiciste cuando terminaste el secundario?
Hice
cursos de cocina, de diseño grafico, de administración de empresa. Soy una caja
de Pandora, la gente se sorprende ¡ah
mira este tontito! el tontito a veces, te sorprende a vos
Volvamos
al torneo ¿Cómo llegó esta posibilidad?
Un
día me llama Nano para contarme que la presidenta de la Federación de Patín,
Tamara, llamó para avisarle que yo había quedado seleccionado para los Torneos
Nacionales de San Luis. Al principio me puso feliz, pero después me frustre,
hay que depositar 17.000 pesos que aunque es en tres cuotas, es un dinero con
el que no cuento, sobre todo porque la competencia es este mes, casi no hay
tiempo.
¿Pero
entonces, ya no hay posibilidades?
El
no ya lo tengo, la lista esta cerrada, pero si consigo ayuda puedo ir a la
federación y pedir que la abran, si hay voluntad, todo se puede hacer y sino
lo
preparamos para el año próximo, me da más tiempo para juntar el dinero. Cantando
y bailando seguro que lo voy a juntar y
además tengo otra alternativa, conseguir ayuda del municipio, el lugar lo tengo
casi asegurado por ser varón, hay muy pocos varones en patín y acá en el Estrada
soy el único.
Si
no se da este año, entrenare duro para el año próximo e intentare representar
al Victoria y al Estrada en la categoría B nacional. ”Patinando hacia la gloria” sentencia Lucas y
agrega “Hoy, todavía el sueño de viajar es posible, no voy a dejar que el miedo
a fracasar me impida triunfar “
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