En
los terrenos linderos a la Fuerza Aérea
del Palomar se encuentra un predio de cerca de 200 hectáreas que desde hace 5 años un grupo de vecinos intenta
convertir en Reserva Natural, objetivo que se les ha complicado con la
instalación del nuevo Aeropuerto del Palomar. Hablamos con uno de los socios
fundadores de la Organización Isla Verde, Nahuel Franco Martínez.
¿Cuándo
se formó “Isla Verde” y quienes la
integran?
Nuestra agrupación está conformada por naturalistas y
ambientalistas y por estudiantes y profesionales de diferentes áreas,
licenciados en ambiente, jardinería, psicólogos, biólogos, ingenieros, médicos. Nos
empezamos a organizar a mediados del 2013 ya que los vecinos de la zona
ingresábamos los fines de semana para tomar un mate, así de aventureros y fue
ahí que empezamos a constatar la biodiversidad que lo habitaba. Nos dimos
cuenta que nos encontrábamos con aves que no veíamos afuera, con mucha fauna y
mucha flora que esa época, no teníamos idea que existían en nuestro barrio. Este lugar es uno de los últimos sobrevivientes de
Talares y pastizal pampeano húmedo del área del conurbano bonaerense, está
ubicada en los terrenos comprendidos entre la avenida Derqui, calle José
Rodo y límite con Hurlingham por el Arroyo Morón. Se han podido registrar cientos de especies de plantas y animales:
mamíferos como cuises, comadrejas, hurones, peludos, reptiles como lagartos,
culebras y gran cantidad de aves, las cuales no son comunes en las calles de la
ciudad, muchas son migratorias y encuentran en este espacio su hogar desde hace
generaciones. Poco a poco comenzamos a ver descargas ilegales de residuos
y decidimos organizarnos para proteger estos terrenos, no queríamos que un día
nos levantáramos y nos encontráramos con un gran basural Con esta idea se presentó en 2014 por banca abierta en
el concejo deliberante de Morón un proyecto para la creación de una reserva
natural urbana comunitaria, planteando la preservación del espacio con una
administración pensada para la comunidad, creando un centro cultural educativo
con un sinfín de posibilidades de usos. Este proyecto pasó las primeras
instancias y luego quedó encajonado.
Sin embargo las actividades concientizadoras
sobre la importancia de la preservación de estos lugares aún continúan. La idea
del proyecto Isla Verde es la conservación de un espacio de 50 o 60 hectáreas, ubicadas
lejos de lo que sería el área de maniobra militar y de esa manera abrirlo a la
comunidad para que pueda ser utilizada por todos. Salimos regularmente a
reforzar la concientización del espacio verde, para que la gente sepa que es,
porque los vecinos ven un alambrado con cañas y creen que detrás de eso, no hay
nada, que es un basural y cuando les mostramos las fotos, los videos de todo lo
que hay ahí adentro, la respuesta de la gente es un 80% favorable, es muy positiva.
¿Qué nos podes contar sobre el aeropuerto?
Las instalaciones precarias que hicieron como
para recibir gente ya están listas, obviamente todo en el marco de la
ilegalidad porque hay una cautelar dictada por la jueza Martina Forns de San Martín la
cual todavía no fue levantada, en donde indicaba que se deberían frenar las
obras hasta que se presenten los estudios de impacto ambiental que aún no
fueron presentados. Hay un segundo amparo presentado
por nosotros, no el que presento la gente de Hurlingham, el cual no ha entrado
en competencia, entraría ahora cuando se levante la feria judicial. En
este momento se están centrando en la etapa cero como
la llaman ellos, esta es la más precaria, están trabajando en la parte lindera
a la base y al mismo tiempo comenzando con los desmontes en toda la traza del
corredor Derqui desde el colegio Emaús hacia adelante. Nos llegó hace poco un
nuevo mapa donde se planea una rectificación del camino de cintura, con la
creación de un aérea de logística de todo lo que es el club de aeromodelismo,
por lo que en esa tercera etapa, desaparecerían todos los terrenos naturales y
pasaría a ser todo un gran aeropuerto. Lo que nosotros pretendemos que sea
reserva, son más o menos unas 50 o 60 hectáreas de una totalidad de más de 200
sin uso, por afuera de los alambrados que están en la zona donde está la pista,
pero al parecer lo quieren todo. El 1° de febrero vecinos de Palomar, Haedo, Ciudad
Jardín, Hurlngham, Caseros y alrededores se congregaron en la Plaza del Avión
de Ciudad Jardín, para marchar juntos a la Base Aérea, hacer sentir su
disconformidad sobre el nuevo aeropuerto y defender el medio ambiente
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