editorial

Es un hecho, comenzó Abril y con ello los importes de todas las tarifas que deberemos pagar los argentinos, se corrigieron a niveles demoledores. Observando esta situación desde lo social, nos preguntamos: ¿Cómo afrontará el ciudadano común esta andanada de aumentos? Los sueldos aun no se ajustaron y quienes percibieron una modificación de sus haberes, sienten que no van a poder resistir el cimbronazo al bolsillo, ni hablar de quienes han perdido sus empleos. Aumentó la luz y los transportes, aumentarán el gas y el agua. Era de esperar que paulatinamente fueran cayendo los subsidios, pero la combinación de ambas cosas representa una estrepitosa caída en el poder adquisitivo de la clase trabajadora. Se esperan seis meses muy duros según informan los economistas que se lucen por todos los canales televisivos. Solo nos resta esperar que transcurrido ese periodo, comience a mejorar paulatinamente la economía y que el sacrificio no sea como siempre, de los que menos tienen. Porque entonces, cualquier afirmación será irrelevante y viejos miedos aparecerán con las nuevas realidades.