“Yo tengo la necesidad de actuar, esto va más allá de lo
económico, hoy forma parte de mí. Una vez que sos tomado por la actuación, no
la podes dejar. No siempre lo pasas bien, pero igual seguís, vas a los casting,
te dicen que no, pero pensas que pronto alguien te va a decir si, y volves a
arrancar. Esto sucede por la pasión y el amor profundo que despierta en mí el
teatro. Te puede ir bien o mal, pero yo no podría hacer otra cosa.”
Así nos contaba Eliana Murgia, vecina de Villa Bosch y una
de las protagonistas de la obra “Julio Cesar “que se estrenó el 30 de abril en
el escenario mayor de Caseros que está ubicado en el playón municipal.
¿Cómo comenzó esta necesidad de actuar?
Empecé a estudiar a los 10 años. Estudiaba en el Pío XII, y
los viernes unos chicos venían a enseñar teatro, fue cosa de amigas, nos
quedábamos después de clase a merendar en el colegio e íbamos a teatro. Mi primer profesor en esas
tardes, fue Sergio Mastroberti, también enseñaban, Christian Palacios, Ana
García y David Porres. Aprendí con ellos, hasta que termine el colegio. Ana
García que pertenece a la EMAC
(Escuela municipal de arte y comunicación del municipio) fue quien me aconsejo que me anote en el
IUNA, me dijo que era muy completo y además como era del estado, se podía
estudiar gratuitamente. Con 17 años me anoté, fue donde decidí que la actuación
iba a ser mi profesión. Mis viejos me ayudaron mucho, siempre me apoyaron,
nunca me cuestionaron la carrera, ni me dijeron que me podía morir de hambre,
como hacían otros padres. Al tiempo de empezar me fui a vivir sola, necesitaba
estar cerca de la facultad, la carga horaria era muy grande, a veces las clases
terminaban pasadas las 11 de la noche y mi papá tenía que esperarme en la
estación de tren, a la una de la mañana. Me busqué un trabajito de pocas horas
durante un tiempo, hasta que decidí que no haría nada que no tenga que ver con
mi profesión. Entonces me dediqué (lo sigo haciendo), a dar clases en distintos
lugares de Capital y del Gran Buenos Aires, viajo mucho. El trabajo de actriz
va y viene y con las clases me las rebusco bastante. Por lo general me dedico a
los chicos. Si bien trabajé en otros trabajos, me di cuenta que no servía para
estar en una oficina o un negocio, mi cabeza estaba en otro lado, en la actuación.
¿Cuáles fueron tus primeros trabajos como actriz?
Empecé cuando era una nena. Actuaba en las obras que se presentaban
en el Pío XII pero lo que más me marcó, fue una obra que
hice cuando ya estaba en el IUNA con compañeros de 4º año, “La Célula ” (una célula
revolucionaria). Fue una obra que escribimos entre todos. Me dio tanta
satisfacción actuarla, que marcó un antes y un después. Esa experiencia fue lo
que me demostró que es verdad “que si querés, podes”. No sabíamos cómo hacer
para viajar a los festivales donde nos inscribimos, no teníamos plata. Para
obtener los recursos enviamos infinidad de mails y un día recibimos la respuesta de la Fundación Banco
Nación. Nos informaban que el Sr. Fabrega nos recibiría. Era el presidente del
Banco, quien nos esperaba con su
contador, le presentamos el proyecto, les gustó y solo nos preguntaron: “cuánto
necesitan”. Con esa experiencia aprendí muchísimo, incluso algo de producción y
de dramaturgia. Nos pasó de todo, hasta quedarnos sin director, por lo que la
empezamos a dirigir entre nosotros. El grupo se consolidó de tal forma que
conseguimos muchas cosas, viajamos por el interior del país y pudimos ir a los
festivales de Cuba y de Brasil.
¿Qué otras obras hiciste?
Fueron varias: “Melodrame” de Javier Di María, “Una materia
que mantener fija” de Mariano Clemente y “La célula” de la que ya hablamos.
Cuando terminé la universidad, mi proyecto de graduación, fue “Las Vírgenes”
con Pablo Rotemberg, un coreógrafo al cual admiro mucho. Fue una obra muy
física, con una coreografía violenta, en donde yo hacía un monólogo, finalicé
la carrera con una experiencia diferente, algo que nunca había hecho.
¿Cómo seguiste?
Con mis clases, enseñando teatro, haciendo alguna publicidad.
Es decir, cuando dejas una obra, trabajas de buscar trabajo. Vas a los casting,
buscas y buscas hasta que te llaman de algún lado. Las publicidades traen
cierto alivio económico hasta que aparece “la Obra ”, en este caso apareció “Julio Cesar”.
¿Cómo conseguiste ingresar al elenco?
Fue con una audición. En este caso fue una convocatoria de la Provincia de Buenos
Aires, solo para actores con residencia en la Provincia. Cuando
me enteré…una obra de Shakespeare, dirigida por Eva Halac, una directora que me
encanta, me pareció genial. La inscripción era en La Plata , hacia allí fuimos con
Gastón, mi novio y quedamos los dos, fue una felicidad enorme. Al día siguiente
nos volvimos a encontrar para conocer los textos, arrancamos con los ensayos
todos los días. Estrenábamos en un mes.
¿Cuál es tu papel en la obra?
Soy Porcia, la mujer de Bruto, Gastón es Trebonio, Octavio y
el enviado de Marco Antonio. Es una obra itinerante, se estrenó en Moreno y
pasó por Berazategui, Caseros, San Nicolás y Lincoln. Ahora ya terminamos la
primera etapa, veremos si sigue. Hay que tener en cuenta que es un espectáculo
gratuito y al aire libre, con esas características, la cantidad de espectadores
puede llegar a dos mil personas por función. Hay que tener en cuenta, además,
que los primeros actores, son muy reconocidos, con Gonzalo Heredia, Osvaldo
Laport y Fabián Mazzei, se hace más fácil la convocatoria.
¿Cuáles son tus proyectos a futuro?
Actualmente estoy ensayando una obra que se va a estrenar en
julio, todavía no sabemos cómo se va a llamar. El director la quiere llamar
“Perdida en el bosque” y los actores,
“Los enanos”. Se trata del cuento infantil Blanca Nieves y los 7 enanitos,
adaptada para adultos. El argumento trata de una mujer que ingresa a una casa
de siete hombres, estos viven en el bosque y ella desde sus costumbres de
ciudad, viene a romper sus esquemas, su forma de vida. Creemos que se va a
estrenar en “La Tertulia ”
una sala que está ubicada en la zona del Abasto.
¿Alguna vez hiciste cine?
Si, hice cine independiente, filme una película que se llama
“Actos de fe” y un par de cortometrajes. Ahora voy a filmar una participación
en una película comercial en coproducción Argentina- Brasil, que se llama “La Venganza ” donde hago una pequeña escena con un
par de diálogos.
Describinos qué se siente al salir al escenario.
Antes de salir a escena, me pregunto por qué estoy haciendo
esto, por qué me expongo. Siempre me pregunto lo mismo, siempre los mismos
miedos, algunas veces más que otras, pero salgo al ruedo, hago lo que me gusta,
puedo lograrlo y soy muy feliz.
¿Qué siente un actor, cuando se termina una temporada?
Sentís un vacío enorme y está en uno sobrellevarlo, porque
es siempre volver a empezar. Esta profesión es así, a veces arriba y otras
abajo, mal cuando no tenes laburo y fantástico cuando estás actuando, pero me
la banco, yo lo elegí. Intento no esperar a que me llamen, trato de generarlo
siempre que puedo. Hay un maestro con quien me identifico mucho, Ricardo
Bartis, de quien adopte una frase que él siempre dice: “la actuación se padece”
y es verdad, así lo siento, pero la elijo a pesar de todo. Es un amor
incondicional.
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