editorial

No es la primera vez que sentimos la necesidad de referirnos al flagelo de la violencia contra las mujeres. Sucede que en los últimos años el femicidio (asesinato de una mujer por un hombre que la considera de su propiedad) se ha convertido en un hecho casi cotidiano. Según la ONG Casa del Encuentro, cada 32 horas muere una mujer y 9 de cada 10 femicidios, son cometidos por la pareja o ex pareja de la víctima. Las noticias sobre desaparición de las jóvenes en nuestro país, aterran, porque generalmente se las encuentra muertas. Las redes sociales, con la adhesión de personalidades destacadas de todos los ámbitos, se hicieron eco de esta situación que nos está afectando. Realizaron una intensa campaña, para convocar a la marcha del 3 de junio bajo el lema “Ni una menos”. La muerte de Chiara en Rufino, una jovencita de 14 años embarazada, muerta a golpes y enterrada estando aún con vida, en el patio de la casa de su novio, fue lo que nos despertó como sociedad, para gritar “Ni una menos”. Candela de 11 años en el año 2011, Ángeles de 16 años en 2013, Araceli de 19 años en 2013, Melina de 17 años en 2014, Nicole de 21 años en 2014, Daiana de 20 años en 2014, Lola de 14 años en 2014, Catherine de 18 años en 2015, estos son solo algunos de los asesinatos, los que más cobertura mediática han tenido. Si tenemos en cuenta que según las estadísticas durante el año 2014, en argentina fueron asesinadas 277 mujeres, se hace evidente que hay cientos de casos que se invisibilizan. Esperamos que esta marcha no quede en un reclamo y nada más. Es fundamental que se tomen medidas de prevención, que las autoridades policiales, tomen las denuncias por violencia familiar, que los municipios inviertan de su presupuesto en casas de contención, para que las mujeres que sufren maltrato puedan refugiarse allí junto a sus hijos, que se realicen todas las campañas que sean necesarias para educar a la sociedad y terminar definitivamente con la violencia de género que hace ya muchos años azota a nuestro país. En definitiva, que se ponga en vigencia la ley 26.485 de protección integral, para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres