Nuestra forma de vida actual, nos
somete constantemente a obligaciones y exigencias, que logran estresarnos y
sacarnos de nuestro “Eje”; avanzamos cada vez más rápido, tenemos muchas cosas
para resolver y hacer, estamos ansiosos o nos deprimimos, perdemos el contacto
con nuestro cuerpo, con la respiración, con lo que sentimos, con lo que
necesitamos, por solo llevar la atención, a lo que el sistema nos exige. Está
problemática, muchas veces nos conduce a enfermedades, que en su mayoría no
sabemos de donde vienen. El Yoga no pretende ser la única y exclusiva solución,
pero si un método para facilitarnos el volver a nuestro “Eje”. Etimológicamente
la palabra “Yoga” significa unión, y en su mas profundo significado, unión con uno
mismo, con nuestra parte mas divina y con nuestra parte mas espiritual; como
ciencia, es una actividad psico-física, ya que a través de una gran cantidad de
ejercicios y posturas, logramos alinear nuestro cuerpo, mejorar la respiración,
purificar nuestra sangre, nervios y diferentes órganos, relajando de esta
manera, también nuestra mente. La práctica regular del yoga, nos alivia las
cargas de las intensas exigencias de la vida cotidiana, y nos facilita un
espacio, para desconectar de la rutina, para pasar a conectarnos con nuestro
propio cuerpo, con nuestro silencio, con nuestra respiración, con nuestras
necesidades, vaciándonos de todo lo que no nos sirve, incorporando más salud y
armonía a nuestra vida. A nivel fisiológico la práctica del Yoga y la meditación,
generan un equilibrio en las ondas cerebrales, armonizando el sistema nervioso,
y favoreciendo un mejor descanso nocturno. Muchos más, son los beneficios a
nivel físico, fisiológico, mental y espiritual que nos trae el Yoga, pero lo
mas importante a mi criterio, es el desarrollar la capacidad de
auto-observarse, de escucharse y de darse cuenta, lo que nos está sucediendo en
cada movimiento, observando como se encuentra la respiración, como se modifica,
que músculos se tensan, cuales se relajan, como se encuentran los órganos
internos, y como están nuestros pensamientos al realizar cada movimiento. Este
mismo método y filosofía de vida, podemos aplicarlo a la vida cotidiana, observando
como estamos en cada momento, en cada situación, poder sentir que nos pasa, y que
necesitamos para estar mejor. Integrar el sentir, pensar y hacer con total
coherencia y valentía, pudiendo de esta manera, disfrutar plenamente de cada
instante.- Prof. Pablo Carapezza
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