editorial

Vivir en nuestro país está resultando difícil para quienes lo habitamos y vivir en Tres de Febrero, específicamente en Villa Bosch, asusta. Este temor se desprende de una seguidilla de hechos delictivos, uno de los cuales este año, termino en un asesinato. A diario nos enteramos que algún vecino vivió un hecho de inseguridad. Las autoridades nos hablan de más patrullaje, de cámaras, de puestos policiales y pareciera que nada alcanza. No alcanzan las luces que generalmente pagan los vecinos para que la noche no sea tan oscura, no alcanzan las alarmas en las casas, ni los grupos de wassap para estar comunicados y sentirse más seguros. “hasta que lo detengan seguiremos marchando” dice Sabrina la esposa de Gustavo Tossi, asesinado a fines de febrero y cuya muerte hizo que los vecinos indignados por todo lo que pasa, salieran a la calle en una marcha multitudinaria, como también sucedió hace exactamente un año, cuando mataron a Juan Manuel Miranda, el joven profesor de la EMAC. Días después, el sábado 11 de marzo por la mañana, delincuentes armados, en San Lorenzo y Campo de Mayo amenazaron y redujeron a un vecino a quien lograron sustraerle su moto, casi dos semanas más tarde, el sábado 25 se produjeron dos hechos delictivos, con diferencia de horas, en el primer caso fue asaltada una familia que se encontraba cenando, en donde había varios niños, uno de los integrantes salió a la calle por cigarrillos y dos delincuentes armados aprovecharon para ingresar a la casa, los redujeron y les robaron celulares y plata. Lo paradojal de esta situación es que la vivienda se encuentra ubicada a poca distancia del Puesto Municipal de Seguridad, quienes habrían tardado más de media hora en acudir al lugar. Esa misma noche, unas horas más tarde, las cámaras de seguridad del Cine Víctor logran registrar a una persona que sería quien ingreso a la sala, e intento robar la recaudación y al no encontrar dinero, destrozó toda la boletería. Estos son algunos casos, solo de nuestro barrio, que actuaron como detonante del enojo de la gente, que tiene derecho a exigir a las autoridades que cumpla con la función de frenar a la delincuencia y brindarle seguridad al vecino.