Un viaje
en remis, una charla casual y una historia que nos sorprendió. Luis Alberto Paez tenía tan solo 4 años
cuando secuestraron a sus padres y sin que se dé cuenta, de un momento a otro, toda
su vida se derrumbó. Hugo Adolfo Páez, Clara Laura Tauaf y Luis Ambrosio Tauaf, cuyos nombres forman
parte del Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, en el Parque de la
Memoria, son padre, madre y tío respectivamente de Luís.
¿Tus
padres pertenecían a alguna organización, eran militantes?
Si,
ellos estaban afiliados al Partido Autentico Peronista, además mi papá era
delegado en una fábrica metalúrgica de Munro donde se conocieron con mi mamá.
Estamos casi seguros que un compañero de la agrupación al que habían
secuestrado, “el víbora”, así lo apodaban, fue quien delato a unos cuantos de
los suyos, entre ellos a mi papá. El 26 de abril del 76 se llevaron a mi mamá
que en ese momento tenía 33 años, a mí me llevaron a la Casa Cuna de La Plata, bajo
tutela de un juez, por unos meses, luego estuvieron tres días esperando que
llegue mi papá y el 29 de abril, se lo llevaron a él y a dos de mis tíos, uno
de trece años y otra de18, ellos, mis tios, no tenían participación política, los
“chuparon”, solo por ser familia, la hermana de mi mamá estuvo detenida tres
meses y fue violada, torturada y picaneada casi todos los días. El 7 de junio
del 76 se llevaron a mi otro tío, Luis Ambrosio Tauaf, que trabajaba en la
línea de colectivos 237, no tenía nada que ver, sin embargo no volvió más, su
mujer por miedo se fue de la casa, dejando a su hijo con mi abuela, quien también
se hizo cargo de mí, ya que como lloraba tanto no pudieron darme en “adopción”.
¿Dónde
llevaron a tus padres?
Los
llevaron a la ESMA, pero mi mamá logra escaparse de ahí, los milicos vuelven a
buscarla a la casa familiar, pero ella ya no estaba, entonces se llevan a dos tíos
más, en ese momento le dijeron a mi abuela, el cordobés ya está muerto, (mi
papá) venimos por Laura.
¿Cómo
hace para escapar tu mamá?
Suponemos
que de la misma manera que cuando nosotros éramos chicos. Trepando con manos y
pies entre dos paredes, era un pasillo angosto, pero el muro tenía cinco metros
de altura. Nunca nadie había logrado escaparse de ahí
¿Cómo
sabes todo esto, eras muy chico?
Mi
abuela nunca me quiso contar nada, todo lo que sé me lo fueron contando mis tíos y mis primos
(los que quedaron vivos)
Mi
abuela fue amenazada y vigilada por mucho tiempo, porque pensaban que ella tenía
escondida a mi mama y en realidad la familia no sabía dónde estaba, aunque les
llegaba información de que se había fugado. Estuvo escapando tres años y cuando
vuelve para pedir ayuda a los que militaban con ella no le creyeron, era
difícil creer que se había escapado, pensaron que la habían soltado por “buchona”.
Sus propios compañeros de militancia la querían matar, sin embargo todo está
documentado por los militares, ellos informaron que se había escapado. Mi vieja
no había aparecido pero igual archivaron la causa.
¿Y que
pasó con ella?
La
seguían los militares y los militantes, todos la querían matar. Unos porque se
había escapado y otros porque la creían una delatora. La paso escondida, Sé que
estuvo en Lomas de Zamora en la casa de una amiga En esa época tuvo un
accidente y aunque no tenía grandes heridas, en el hospital le descubren un
cáncer avanzado. Me contaron que me llevaron a verla, yo tengo un recuerdo muy
borroso, al poco tiempo se murió. Me quedo el recuerdo de lo que me dijeron,
pero con el tiempo pude confirmarlo. Los militares siguieron vigilando a mi
familia sin saber que mi madre había muerto. En los archivos figura como
desaparecida y por ese motivo, como todos los que aceptaron, yo cobre una
indemnización
¿Cómo
fue tu niñez?
Prácticamente
me crie en la calle, a los 11 años caí preso por primera vez, entraba y salía.
Para poder vivir tuve que robar, nunca fue para comprar drogas, lo hacía para
poder comer o comprarme un par de zapatillas porque en lo de mi abuela se vivía
en una terrible miseria
Me crie
en un ambiente sumamente pobre, me quedaron siete tíos, de los cuales cuatro,
se perdieron en las adicciones. Todo lo que paso destruyo a la familia y para
colmo al poco tiempo muere mi abuelo, si todo estaba mal se puso peor, algunos
pudieron zafar pero otros hacían cualquier cosa para conseguir alcohol y
drogas. Mi abuela fue mi mamá y la mamá de mi primo, casi teníamos la misma
edad, nos crio juntos en un ambiente que no era el mejor. A medida que fui
creciendo me fueron contando que era hijo de desaparecidos, pero no le di mucha
importancia al tema, estaba acostumbrado a vivir mal, ni los lloré, era
insensible, salvo en algunos momentos en que pensaba que me hacían falta, pero
eran algunos momentos nada más. Después del año 83 La Comisión por los Derechos
Humanos comenzó a pagarme una pensión, que cobre hasta los 21 años. Cuando
tenía 18 años, mi abuela me cuenta que había archivos en la justicia con
declaraciones de mis tíos, simultáneamente sale una ley otorgando derechos de
indemnización a los familiares de los desaparecidos. Inicie los trámites con el
patrocinio del Dr. Andrés Beccar Varela y la cobre ocho años después, también
me pagaron otra suma por ser un chico que quedo sin padres.
La
Iglesia adventista me ayudó mucho, me ayudo a darme cuenta que tenía que
decidir entre el bien y el mal, tenía 22 años cuando decidí cambiar de vida.
Hice de todo pero trabajando, en la Iglesia, era Diacono, sin embargo vivía en
la calle. La noche transcurría en diferentes lugares, el Jardín Botánico, Plaza
Italia, de vez en cuando volvía a lo de mi abuela porque sabía que ahí siempre
había un lugar para mí. Tenía 26 años cuando cobre la indemnización, desde ese
momento empecé a archivar todos los papeles e intente interiorizarme de todo lo
que me había pasado, fui un gran inquisidor, porque mucho no me querían contar.
¿Qué
hiciste con el dinero de la indemnización?
Lo
primero que hice fue comprarme una casa quinta y después esta casa en donde
vivo.
¿Estuviste
en la agrupación hijos?
Fui a
algunas marchas pero nunca me gusto, yo nunca milite porque ellos a mis viejos
los dejaron solos, cuando tuvieron problemas se abrieron de gambas es más ese
“víbora” militaba con ellos según me contaron mis tíos y eso me hizo ver que no
eran mejores personas por tener una ideología, nunca me puse de un lado o del
otro, me parece bien la obra que hicieron y hacen las Madres y las Abuelas pero
no me gusta militar, no creo en esas agrupaciones
¿Qué
esperas para tu futuro?
Tengo
proyectos, quiero poner una pizzería, actualmente manejo un remis, es difícil
conseguir trabajo cuando una persona tiene antecedentes policiales. Además
inspirándome en la historia de mi vida escribo letras de Rap, le tengo fe a la
temática, espero que alguien le ponga música y así poder salir a cantar.
-El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y
Justicia se conmemora el 24 de marzo y tiene como objetivo fundamental mantener
vivos en la memoria de nuestro pueblo los tristes acontecimientos producidos
por la última dictadura Civico – militar-
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