El bosque de
eucaliptos, la casona de la estación y su arco, el Pío XII y el Murialdo, todos
estos nombres son marca registrada y le dan identidad a Villa Bosch. El
Instituto Leonardo Murialdo este mes de noviembre, cumple 50 años con la
educación, dado que en el año1965 se crea la Escuela Secundaria
Industrial con una matricula inicial de sesenta y seis alumnos, lo que parece increíble,
mirándolo desde hoy. El primer director de la escuela técnica fue el Sacerdote José
Manzano.
Nos recibe
el profesor Oscar Gatica quien es el regente del Instituto Murialdo y está a
cargo del ciclo superior del turno mañana y además es docente en el área de electrónica.
¿Como llegó la Congregación una Villa Bosch?
En el año
1944 la hija del Dr. José María Bosch, dueño de estas tierras, hizo construir
en una de las manzanas de su propiedad,
una capilla en honor a su padre, la misma fue puesta bajo la advocación de
Nuestra Señora Del Carmen. Debido al conocimiento que la
Sra. Bosch tenía con el Cardenal Copello, éste
le aconsejo
ofrecer la capilla a los padres Josefinos de Murialdo, a quienes el Cardenal conocía
por su labor en Villa Soldati, lugar en donde se instalaron las primeras
comunidades Josefinas. Fue así como en los terrenos donados, no solo se
construyo la primera capilla, sino que a su alrededor se fueron edificando las
escuelas y la biblioteca, posteriormente, el gimnasio y una pileta que funcionó
durante mucho tiempo. Hoy toda la actividad física se hace en Manzanares donde
esta el seminario.
¿Cuáles
fueron los comienzos del Instituto?
La primera
escuela secundaria comenzó a funcionar bajo la modalidad de perito mercantil en
1958 con la dirección del Padre Tarcisio, cuatro años más tarde el colegio pasa
a depender del Consejo Nacional de Educación
y se inaugura el nuevo edificio para el comercial.
¿Como
decidieron crear una escuela industrial?
El padre Tarcisio
Montanari Lughi sacerdote de la comunidad de Josefinos de Murialdo, fue el
promotor, el que impulso la creación de la escuela. Junto a su hermano el padre
Serafín Montanari Lughi que también era docente decidieron generar algo que
estuviese relacionado directamente con el trabajo, que los chicos tuviesen una
formación técnica, entonces se contactaron con profesionales y organizaron una
escuela con especialidad en Electrónica, así fue durante los primeros
años, salían con el titulo de técnicos
en telecomunicaciones, eso implicó un proceso de inversión en equipamiento y de
edificación de talleres, El se preocupaba en conseguir los profesores, se
encargaba de todo lo que tenía que ver con escuela técnica y nosotros los
alumnos ayudábamos en las obras, sobre todo los ex alumnos, que los fines de
semana, nos acercábamos para ayudar a construir la escuela. Los talleres se
hicieron en la planta baja y arriba las aulas. Mientras se iba construyendo el
Instituto, se iba terminando la iglesia. Lentamente se fueron agregando
oficios, carpintería, hojalatería, herrería, todos con una rápida salida
laboral, todo esto era parte del plan de estudios del CONET. Gradualmente se
adquirieron herramientas y maquinarias y se incorporaron profesores en esas áreas.
La aceptación de la comunidad fue muy importante, muchas empresas de la zona
colaboraron con donaciones y fue así como fue creciendo la edificación. Con el
traspaso de la Nación
a las Provincias cambio el sistema educativo y se incorporaron otras
especialidades, además de Electrónica,
se paso a tener Informática, Industria de Procesos, que después se transformo
en Química, Gestión Comercial (administración) y Humanidades pasó a ser
Multimedios (Periodismo o Comunicaciones). Actualmente tenemos cinco
especialidades. Primero, segundo y tercer año son los ciclos básicos para todos
y luego el ciclo superior es orientado a una especialidad concreta. Hasta el año 1981 era el Instituto Técnico Pío XII, a partir de
ese año se llama Instituto Leonardo Murialdo porque la escuela secundaria era
una sola, pero parecían dos escuelas separadas, por eso el cambio. En mi época
de alumno, los directores eran sacerdotes, pero en un momento determinado se
decide nombrar un director laico el primero fue el arquitecto Tufaro ex alumno
de la escuela
¿Siempre los
profesores son ex alumnos?
Generalmente
si, el alumno forja un vinculo muy afectivo con la escuela. El punto central es
generar una relación de apego, de afecto a la institución, desde los profesores
a los directivos, es decir yo quiero a esta escuela porque la siento mía, uno
no solo se encariña con la gente sino con las cosas, es como estar en casa e intentamos que los alumnos vivan de esta
manera, que sientan una pertenencia, que hagan las cosas con compromiso y sobre
todo que no sean solo un numero en una planilla. En mi caso llevo 27 años como
profesor, muchos años de mi vida en la escuela, suelo llevar en el saco un pin
con el escudo del Murialdo, es así como
me encuentro con gente que ha estudiado acá y se siente parte, siempre
recordando la técnica con mucho cariño. Todos los años hacemos una exposición
de los trabajos hechos por nuestros alumnos, es una tradición de la escuela técnica
y ahora están todos integrados, la primaria, la secundaria y la nocturna de
adultos, más que un evento académico es un evento social, se acercan
familiares, amigos, ex alumnos. Es muy agradable ver los vínculos afectivos que
se van tejiendo alrededor
-Algún ex
alumno que recuerde, que sea conocido mediáticamente-
Hay muchos
ex alumnos destacados, algunos en Física que están trabajando en la Comisión de Energía
Atómica, otros se fueron a Europa y son muy reconocidos, como Pablo Milore que
es profesor de tango y folklore, vive en Madrid y hace giras por todo el mundo,
Adrián Dimeo que en Movistar es la máxima autoridad, también un actor Gustavo
Bonfigli que trabajó muchos años en teatro e hizo algunas cosas en cine, en fin
son muchos los que han logrado destacarse.
¿Actualmente
es sencillo ingresar al Instituto?
Son más
quienes quieren ingresar que las vacantes disponibles, por eso la prioridad es
para los hijos del personal, de ex alumnos o hermanos de ex alumnos.
Lamentablemente no tenemos lugar físico para seguir creciendo y así recibir más
alumnado.
-Una reflexión
para el final-
Creo que la
idea inicial de crear una escuela técnica fue muy beneficiosa, fundamentalmente
por el aporte a la madurez, que hace en los chicos. La formación técnica implica
un año adicional, una carga horaria mas fuerte, pero estoy convencido que esos
chicos cuando se incorporan al mundo del trabajo lo hacen con una experiencia
distinta. Inculcamos a nuestros alumnos la solidaridad para con el prójimo, y
eso se ve en todas las misiones que parten desde la escuela hacia las zonas mas
humildes del país y no solo misionan los que aún están en la escuela, sino que
muchas veces quienes cumplen estas funciones solidarias son los ex alumnos, lo
que nos hace ver que no hicimos mal nuestro trabajo.
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